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POBLADOS FORTIFICADOS INÉDITOS EN DEIERRI-YERRI Y GUESALAZ

viernes, 1 de noviembre de 2019

APORTACIÓN AL CATÁLOGO PROTOHISTORICO DE NAVARRA

COMENTARIO

Presentamos cuatro nuevas localizaciones de recintos fortificados inéditos  en Deierri y Guesalaz, como aportación al catálogo del poblamiento protohistorico de Navarra.

En esta comarca se conocen un buen número de castros, algunos muy conocidos como el Opidum de Altikogaña por los materiales recuperados, que nos hablan de problemas ya en época romana, entre partidarios de Sertorio y de Pompeyo, por más, que parece que tienen mayor interés estos asuntos, que el conocimiento de como vivían los antepasados nuestros, los vascones que habitaban estos pagos.

Echamos en falta, investigaciones arqueológicas más ambiciosas que las meritorias promovidas y realizadas por Javier Armendariz en su tesis doctoral, con el estudio y catalogación de 261 poblados de la Edad del Hierro en Navarra.

Es en esta comarca, donde apreciamos la existencia de recintos castreños con mas y mejores evidencias, para su excavación y puesta en valor, nos damos perfecta cuenta que este hecho se da por las enormes dificultades que la geografía ha impuesto,  evitando en cierto modo, el saqueo de materiales pétreos en estos emplazamientos, esto lo consideramos como un atractivo añadido en el caso de su puesta en valor y en una zona necesitada de alicientes diferentes y sostenibles.

 

RECINTO FORTIFICADO DEL ALTO DE IRURRE-EL ROMERAL, GUESALAZ

Los restos que presentamos, no son más ni menos, que los que vemos en la mayoría de poblados de la Edad del Hierro, aunque con alta probabilidad, de que su fase inicial se remonte al Bronce.

No damos mas relevancia a este lugar, que la que pudiera corresponder a cualquiera de los asentamientos protohistóricos de esta comarca de Deierri y Guesalaz, muchos de ellos en altura y bien fortificados como corresponde a una zona donde la agricultura ocuparía las tierras más productivas y esta población, tendría la necesidad de refugio en periodos de inestabilidad.

La proximidad al contexto urbano actual de Irurre, sin duda, ha condicionado el estado de sus evidencias y la dimensión de las estructuras que han perdurado, más, cuando la localidad actual, pudo ser consecuencia del castro situado en el Alto de Irurre.

La raíz Iri-Iru del euskera hace referencia a un lugar habitado antiguo y lógicamente, podemos pensar que este fuera trasladado de la altura inmediata del alto del Romeral o de Irurre al pueblo actual.

Decimos que esta cercanía ha condicionado las evidencias actuales, puesto que lo normal en estos casos ha sido, el reciclado de los materiales pétreos de sus murallas, acción que habitualmente denominamos expolio, cuando es una herencia de los antepasados, que tendría difícil explicación si no se hubiera utilizado.

Así pues, apreciamos este mal llamado expolio pero también apreciamos, el respeto mantenido a través del tiempo sobre la estructura del túmulo funerario, al menos, hasta la apertura de la cámara, aparentemente sin retirada de materiales, detalle que a nuestro juicio denota respeto a los antepasados.

Túmulo funerario

El tiempo transcurrido y el uso dado al paisaje, con el escalonado de sus laderas para la agricultura (hoy en desuso) y el mas que probable uso forestal y ganadero del resto, ha influido alterando el recinto, sus defensas, fosos y accesos, obligando a una interpretación comparada con otros recintos fortificados de su época y entorno.

Su localización en el extremo de una loma, obligó a dotarlo de un foso que dificultara el acceso a la puerta de entrada al recinto, esta se situaría al sur, obligando el paso por el fondo del mismo en el sentido de las manecillas del reloj, la existencia de esta estructura nos sugiere esta solución por comparación, pues la agobiante vegetación, no nos ofrece la mínima posibilidad de comprobación sobre el terreno.

Escarpe meridional

El escarpe natural del perímetro meridional y occidental del recinto, no necesitaba de grandes obras, solo habría necesitado de una pequeña empalizada de estacas y algún pequeño cierre de refuerzo entre peñas para mantener una seguridad suficiente, es por el norte donde las evidencias nos indican las potentes obras de poliorcética, aunque los restos que apreciamos están fuertemente consolidados y cuesta distinguirlos.

Derrumbe de la muralla y túmulo en recinto auxiliar

El estudio del medio, nos permite comprobar la existencia de un manantial cercano (Fuente de las palomas), diversos pequeños cursos de agua, sin olvidarnos de la cercanía del río Ubagua, suficientes para haber abastecido una población como la que sin duda se asentaba en este castro.

Estando dotado entre otros aspectos, de una centralidad con gran dominio visual, en una comarca de agreste orografía y abundantes y diversas manifestaciones coetáneas, denota la riqueza del medio para el sostenimiento de los grupos humanos asentados en ella.

Su localización en la llamada zona media de Navarra, a caballo entre las llanuras de la Ribera por el sur, tierra Estella con la sierra de Lokiz al sur y oeste, las sierras de Urbasa-Andia al oeste y Saldise-Sarbil al norte, son tierras de transición, muy productivas siempre, con recursos naturales suficientes como para mantener una autonomía suficiente en su población.

Entorno con la localización del castro de Murumendi

Es verdad, que en esta comarca y entorno no apreciamos esa población asimilable a un Opidum, aunque si, poblados de cierta dimensión como para articular el territorio, si comprobamos, la existencia de rutas pecuarias muy antiguas, algunas que han llegado hasta nuestro tiempo como Cañadas, en transito hacia las sierras antes nombradas.

Dignas de tener en cuenta son las características orográficas, donde hallamos parajes amables y despejados, junto a otros quebrados y escabrosos con unas condiciones inmejorables para la protección y defensa en caso de necesidad. Sospechamos que esta fue necesaria en algún momento, al localizar, recintos fortificados en el entorno como Azketa (Ibiriku), Gazteluzar, Muru (Iturgoien) o Castillo de Oro (Salinas de Oro), de gran incomodidad pero insuperable protección defensiva, así topamos, con lugares de refugio, de control, santuarios rituales, en fin, todos los aspectos que sin tener por que ser contemporáneos, se esperan encontrar en esta época.

 

Interpretación ideal del Alto de Irurre

Situado a la izquierda del río Ubagua, encima del estrechamiento donde se construyó la presa del pantano de Alloz, justo al otro lado hacia el oeste, se localiza el poblado de Murumendi a un kilómetro en línea recta ; Otro recinto vecino pero de diferente carácter, es el santuario de San Kiriako o Quirico a 1.200 m. al sureste, ambos catalogados por J. Armendariz en su tesis doctoral (Armendariz, 2008).

Localización de la peña de San Kiriako, probable santuario

Se encuentra conectado visualmente con un buen número de recintos fortificados cercanos, como los antes nombrados y más lejanos como Iruñuela, Azpeta, Murugarren, Peña Monte los Frailes (Yerri), Errezumendia (Guesalaz-Yerri), San Cristobal (Guirguillano), Murugain (Arzoz-Guesalaz), Lorkazarra (Lorca-Yerri) Gazteluzar, Muru (Guesalaz), Bardagorria, Altikogaña (Eraul-Yerri) y sobre todos Monjardin (Yerri), estos y algunos más lejanos, dan a este emplazamiento una relevancia superior que la que deja entrever su estado actual, al menos, dentro de un esquema organizativo y de control de esta comarca.

Si en el ámbito de Guesalaz y Yerri, este emplazamiento tuvo un papel relevante, fue dentro de una organización de control mas amplia donde sería fundamental, sobre todo en la tarea de la comunicación, el estar visualmente conectado con castros como Monjardin, observatorio estratégico dominante de la practica totalidad de Tierra Estella y parte de la Ribera, correspondería al Alto de Irurre repartir esta comunicación hacia el norte, como enlace necesario con los valles de Ameskoa, Goñi y Ollo, las sierras de Lokiz, Urbasa, Andia, Sarbil para trasladar esta información a Sakana, vertiente cantábrica, cuenca de Pamplona y valles pirenaicos.

Aunque esto no pasa de ser una mera hipótesis, no nos cabe duda, que existieron zonas o gentilicios organizados, de manera, que el control del territorio fuera total, es posible que nuestra forma de ver esta época, no coincida plenamente con la realidad pero tenemos detalles para creer en una organización territorial amplia y extensa.

Pongamos como ejemplo las sierras Urbasa, Andia, Aralar, que llegan a nosotros como comunales de todos los navarros, no es un invento ni siquiera histórico, proceden de la prehistoria y ha mantenido este carácter a pesar de los múltiples intentos de apropiación por personas o poderes particulares a través de la historia.

Este hecho, lo vemos como producto de acuerdos y pactos antiquísimos donde tanto las gentes de la Ribera, tierra Estella o Roncal tenían los mismos derechos, por más que los nativos congozantes se aprovecharan de su cercanía, como también tenemos, el ejemplo de Las Bardenas Reales con parecido status.

Estas reliquias, nos están indicando esa organización territorial amplia, si fue tribal o no, es lo de menos, pero nos explica que el territorio que los romanos adjudicaban a los vascones estaba ya bien organizado.

De todas formas, en Navarra no disponemos de datos arqueológicos amplios de esta época, tenemos yacimientos importantes como el Alto de la Cruz en Cortes (Taracena y Gil Farres, 1951; Maluquer de Motes et ali, 1988-1990), con gran información (la mayoría de ellos en el sur), que salvando las diferencias geográficas pueden servir para analizar y comparar formas de vida, pero la enorme diferencia en el paisaje, los recursos disponibles y la dispersión de los asentamientos, indican diferente organización, quizás, élites mas organizadas para la guerra, para las largas distancias, mas acostumbradas al uso del caballo y la lucha en campo abierto.

¿Es posible que existiera un órgano con capacidad de coordinar todo el territorio?

No lo sabemos, tampoco la historiografía teórica ofrece demasiadas certezas, con el eterno debate generalista sobre los vascones, etnias, idiomas y resabios políticos, terminan por difuminar el verdadero objetivo y volvemos a una carencia científica preocupante, aunque históricamente sabemos, que la convivencia étnica, lingüística y religiosa, se ha dado sin problemas durante largos periodos y en la protohistoria esta se habría dado como consecuencia del cambio climático antes de la Edad del Hierro, las migraciones que habría provocado y el trasiego de tecnologías que esto generaba, no es muy científico señalar a los romanos, como prueba de la existencia del pueblo vascón en un territorio, para a continuación, poner en duda el ámbito, lengua, costumbres etc.

Había una poderosa razón, como eran unos intereses comunes que sin duda cohesionaban a las gentes que habitaban un territorio, no lo sabremos con concreción, pero los intuimos con los hábitos y costumbres que han llegado hasta nuestros días.

 

Ficha técnica

LOCALIZACIÓN

Término municipal de Guesalaz

TOPONIMIA

El Romeral, Alto de Irurre

CONTEXTO PAISAJISTICO

Orografía muy quebrada, con matorral, plantas aromáticas, monte bajo y piezas de labor abandonadas.

HISTORIOGRAFÍA

Inédito

DESCRIPCIÓN

Este recinto, de forma alargada irregular, con eje de suroeste a nordeste, foso en este extremo visible aunque cubierto de vegetación y algo colmatado, no presenta graves afecciones y previsiblemente, conservará estratigrafía en buen estado.

TIPOLOGÍA

Núcleo de población

Superficie fortificada: 12.500 m2

Perímetro fortificado: 750 m

Eje máximo: 195 m

Eje mínimo: 53 m

Cronología: Hierro

Emplazamiento: Extremo de loma

USO DEL SUELO

Polígono: 2, parcela rústica 708 (sub-parcela A)

Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: coscojal (Quercus coccífera), -Recinto 29486

Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: matorral mediterráneo, Recinto 29311

Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: enebral (Juniperus s.p.), Recinto 29489

Grupo: Frondosas, Cobertura principal: Quejigo (Quercus faginea) Recinto 29409

INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN

Otro mas de los yacimientos que conformaban el control territorial en las zonas montañosas vasconas, con gran dominio visual, en conexión directa con un buen número de castros tanto de Deierri como de Guesalaz, teniendo muy cercano el emplazamiento de la peña de San Kiriako  y Murumendi (nº 166 y 169 de Armendariz, 2008), que como bien da a entender este autor en su tesis doctoral, se trataría mas de un centro para el culto que de habitación, sin descartar esta.

Un elemento importante a valorar en este poblado es el túmulo (en nuestra opinión) funerario, que aunque con muestras de violación, se conserva en buen estado dentro del recinto fortificado auxiliar, hecho que aunque no de manera habitual, se repite en algunos poblados.

MATERIALES

Sobre el terreno vemos restos de molinos barquiformes y abundantes restos cerámicos manufacturados, fácilmente identificables como del hierro I, cocidos en horno reductor, solo observamos decoración en algún pequeño fragmento de borde.

Fragmento de molino en arenisca

Fragmento de vasija manufacturada

Fragmentos de ceramica manufacturada

Fragmentos de bordes de vasija

CONSERVACIÓN

Parece buena pues no se observa utilización agrícola, la muralla derruida se aprecia muy integrada y consolidada en el terreno, el foso aunque algo colmatado se distingue razonablemente. El recinto auxiliar que lo interpretamos como un espacio económico posterior, deja el foso integrado dentro de la fortificación.

CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO

Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos. Comprobado: El 2 de septiembre del 2016.

BIBLIOGRAFÍA

http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Alto+de+Irurre

 

CASTRO FORTIFICADO DE AZPETA, IBIRIKU, DEIERRI-YERRI

 

Recinto de Azpeta sobre el mapa de relieve, SITNA

COMENTARIO

Poblado fortificado en loma amesetada de altura, caracterizada por disponer de fuertes escarpes verticales en gran parte de su perímetro, solo la parte norte necesitó de protección artificial y esta la solucionaron con una potente muralla reforzada con otra de menor entidad unos metros mas al norte, habilitando un espacio intermedio a modo de foso.

Interior de la muralla

El emplazamiento de este poblado fue escogido, ademas, de las excelentes condiciones para su fortificación y la gran disponibilidad de materiales, por la defensa estática que suponía las condiciones pedregosas del terreno, literalmente cubierto de bloques de piedra de todos los tamaños, de tal manera que en la actualidad se aprecia como un impresionante campo frisio, donde circular fuera de senda, sigue siendo un problema.

Muralla al norte del poblado

La muralla principal se conserva en relativo buen estado, con aparejo de sillarejo en seco con bloques informes de calizas del lugar, con un espesor irregular de aproximadamente 3-3,5 m de anchura, donde comprobamos la existencia de restos de habitáculos adosados a la misma.

La muralla con habitación adosada

En el escarpe oeste necesitaron reforzar algún punto concreto con paredes de cierre y en la base de todo el escarpado oeste y sur, comprobamos la existencia de abrigos bajo roca que se han utilizado hasta nuestros días para usos pastoriles, sugiriéndonos un uso también humano en tiempos prehistóricos y quizás mas cercanos.

Abrigo habilitado en la actualidad

Dispuso de dos manantiales, Iturmina al Este e Iturtzeta al Oeste a corta distancia, con lo que solucionaban sus necesidades de abastecimiento, también disponía de gran visibilidad sobre Yerri y Guesalaz y conectaba con un amplio número de castros, por contra su localización en las estribaciones meridionales de la sierra de Urbasa le limitaba el dominio visual hacia el norte.

Por lo que apreciamos, parece que el acceso se hacia por el borde occidental desde el norte, conduciendo el recorrido por el espacio entre muros hasta la puerta en el lado oriental, la puerta estaría protegida por una torre y potente muralla pero las condiciones de los restos no nos permiten concretar el tipo de entrada, si vemos una intención de hacer circular por el borde del acantilado por un espacio estrecho donde no se pudieran acumular fuerzas.

A 600 m. al noroeste en linea recta se localiza un extraño emplazamiento, en principio contemporáneo, que interpretamos como un observatorio de vigilancia y control de la vía pecuaria hacia la sierra de Urbasa, aprovecha el agudo espolón de la Peña del Fraile situada encima del monasterio de Irantzu, fortificado con un pequeño paño de muralla donde adosaron  tres o cuatro espacios de habitación.

Ficha técnica

LOCALIZACIÓN

Término municipal de Deierri-Yerri

Coordenadas:

TOPONIMIA

Azpeta

CONTEXTO PAISAJÍSTICO

Escarpe calizo vertical al Este, Oeste y Sur, conforman una plataforma ligeramente inclinada, la superficie es pedregosa y esta cubierta por carrascas. Las zonas bajas de estos cortados forman abrigos de inmejorables condiciones, presumiblemente han sido utilizados por el hombre como lugar de habitación y se han utilizado hasta nuestros días como rediles y cercados para ganados.

HISTORIOGRAFÍA

Inédito

DESCRIPCIÓN

Bonito castro donde la mayor parte de la fortificación es natural aprovechando los altos escarpes verticales que presenta la roca en tres lados de su perímetro. El recinto principal se cierra con una doble muralla, la principal de 3,50 m de anchura y varios metros de altura de la que todavía se aprecia hasta dos metros en tramos tanto al exterior como al interior, a una anchura aproximada de 6 m, existió otra de menos entidad que aparece derruida, con un espacio intermedio a modo de foso. El espacio principal tiene adosado otro recinto secundario pero también fortificado con otra muralla hoy derruida.

TIPOLOGÍA

Núcleo de población

Superficie fortificada: 7.250 m2

Perímetro fortificado: 419 m

Eje máximo: 154 m

Eje mínimo: 43 m

Cronología: Hierro

Emplazamiento: Terraza colgada

USO DEL SUELO

Polígono: 36; Parcela rústica: 147 (sub-parcela A)

Grupo: Frondosas; Cobertura principal: Carrasca (Quercus rotundifolia); Recinto 25005

INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN

El poblado se asienta sobre una superficie rocosa relativamente plana, de inmejorables condiciones para su utilización defensiva, denotando que la superficie original extremadamente pedregosa sirvió de cantera para la construcción de las murallas y las estructuras habitacionales que se aprecian adosadas a la muralla. Fuera de las zonas protegidas ocurre todo lo contrario, el suelo esta totalmente recubierto de piedras de todos los tamaños entorpeciendo sobre manera la aproximación al poblado. Creemos que el acceso se realizaba por el norte, al borde del escarpe oriental, donde la muralla principal presenta un reforzamiento en anchura y también en altura ante la cantidad de piedra existente en el lugar, la muralla se interrumpe antes de llegar al borde donde se aprecian indicios de paredes y de calzada. También bajo los cortados rocosos, existen unos abrigos perfectamente habitables, sin poder precisar una cronología, se reconocen varios ámbitos delimitados con muros.

El castro mantiene un gran dominio visual en contacto con otros de Yerri y de Guesalaz.

MATERIALES

No hemos recogido ningún material.

CONSERVACIÓN

En muy buen estado, se reconocen estructuras, tanto de las murallas como de habitación, no observamos afecciones graves, solo el tiempo transcurrido y la posible utilización histórica de sus materiales para la construcción han deteriorado las estructuras. La cubierta vegetal impide hacer un diagnóstico mas ajustado, pero creemos que es un yacimiento muy interesante.

CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO

Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos, comprobado el 20 de septiembre del 2015.

BIBLIOGRAFÍA

http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Azpeta

RECINTO FORTIFICADO DE MURUGAIN, ARZOZ (GUESALAZ)

 

Murugain en el mapa de relieve, SITNA

COMENTARIO

Castro en altura con mas de dos hectáreas de superficie fortificada, localizado en el cordal de la sierra de Esparaz, con gran dominio visual y conectado con un apreciable número de poblados protohistóricos tanto del valle del Arga como del Río Salado y Ubagua, por su localización geográfica sirve de enlace con poblados de la cuenca de Pamplona como Matxamendi en Ubani y Beraskoain, junto al cauce del Arga, o los de las estribaciones de la sierra de Andia, Gazteluzar, Muru y Errezumendia, San Salvador en Salinas de Oro, San Cristobal en Guirguillano, Alto de Irurre, Murumendi Azpeta e Iruñela, en Yerri, estos como mas cercanos pero muchos otros a mas larga distancia.

Terraplén Suroeste del castro

La amplia superficie fortificada y bien estructurada, invita a pensar en una población de cierta importancia, pero esto puede llevarnos a engaño, si la mayor parte del terreno protegido se empleo como zona económica para usos ganaderos y agrícolas, por otro lado, no hemos encontrado en las cercanías, ningún manantial capaz de abastecer las necesidades de una mediana población, somos mas partidarios de interpretarlo como un pequeño núcleo de población con gran espacio económico de diferentes grados de protección y abastecido de agua con un aljibe.

Derrumbe de muralla

 

Ficha técnica

LOCALIZACIÓN

Términos municipales de Guesalaz y Guirguillano

Coordenadas UTM, 30-N, ETRS-89,

Coordenadas UTM. ED-50,

TOPONIMIA

Murugain

CONTEXTO PAISAJISTICO

Cerro en el cordal de la sierra de Esparaz que separa las cuencas del Río Salado y Arga. Coincide la muga de Guesalaz y Guirguillano, su ladera Sur y Este se encuentra profusamente poblada por coníferas de repoblación sobre bancales, las Norte, Oeste así como la superficie entera de la fortificación conforman un entorno de monte bajo o matorral, donde no se puede circular con facilidad para poder prospectar. La fauna habitual es el jabalí, corzo, zorro, tejón, Gato montes, marta, fuina, jineta, perdiz, azor, milano, ratonero común, águila calzada, águila perdicera, cernícalo, cuervo, corneja, chova, pito real , pito picapinos y una larga lista de aves menores.

HISTORIOGRAFÍA

Inédito

DESCRIPCIÓN

Se trata de un amplio recinto fortificado con doble línea de defensa adaptada al terreno, se estructura a base de terraplenes abarcando todo el perímetro. Entre el primer y segundo recinto, mantenía otra defensa intermedia y además le dotaron de otra defensa adelantada exterior. Estos terraplenes, estaban formados por paredes de piedra en seco, algunas de las cuales se han derrumbado, quedando a la vista estas estructuras, con evidencias de torrefacción. El acceso sería desde el Sur con extenso recorrido perimetral en el sentido del reloj con la entrada por el Este, este recorrido se realizaría por un foso hoy labrado, colmatado e irreconocible.

Evidencias de incendio en la muralla.

TIPOLOGÍA

Núcleo de población

Superficie fortificada: 23.546 m2

Perímetro fortificado: 585 m

Eje máximo: 170 m

Eje mínimo: 97 m

Cronología: Hierro

Emplazamiento: Loma

USO DEL SUELO

Polígono Guesalaz: 6, Parcelas rústicas 469 (sub-parcela D), 588 (sub-parcelas A,B), 589 (sub-parcelas A,B), 590, 591, 592, 593

Polígono Guirguillano: 1; Parcela rústica: 4 (sub-parcela D)

Grupo: Coníferas; Cobertura principal: Pino carrasco (Pinus helepensis); Recinto 26324

Grupo: Herbáceos de secano; Cobertura principal: Cultivos herbáceos; Recinto 27127.

Grupo: Coníferas; Cobertura principal: Pino laricio (Pinus nigra); Recinto 27011

INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN

Castro de buena extensión, con planta poligonal, recinto auxiliar de varios niveles orientado al sol, con gran dominio visual, abarca un territorio que se extiende a los valles de Guesalaz, Guirguillano, Yerri y Valdizarbe y en contacto visual con varios castros de esta comarca, no es descartable que el momento inicial de su poblamiento este en la Edad del Bronce. Localizado por barrido topográfico y teledetección, conserva el tantas veces repetido topónimo Murugain, en Navarra, mas que indicio, evidencia de poblado protohistórico. En la primera visita al recinto, hemos visto restos de una estructura con paredes y grandes losas de piedra como cubierta, hoy desplazadas y medio hundidas.

MATERIALES

Recogidos pocos fragmentos de vasijas manufacturadas cocidas en horno reductor.

CONSERVACIÓN

Teniendo en cuenta el uso agrícola al que se le ha sometido consideramos que tendrá daños aunque no sean graves por la escasa profundidad de los arados antiguos, los terraplenes se encuentran bien definidos pero los fosos se ven colmatados.

CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO

Prospección de Miguel Echegarai, Iñaki Ertze, Patxi Sarobe, comprobado por Juan Mari Martínez Txoperena, el 17 de marzo del 2012

BIBLIOGRAFÍA

http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page_ref_id=1736&bl=n&saved_msg=y

RECINTO DE PEÑA MONTE DE LOS FRAILES, FACERÍA 22, DEIERRI-YERRI

 

Interpretación del recinto fortificado

COMENTARIO

Poco podemos decir de esta localización, sino es, que utiliza un espolón rocoso como emplazamiento de fortuna, con la probable función de vigilancia y control del paso hacia la sierra de Urbasa, se aprecia claramente la búsqueda de seguridad, a cuesta de la comodidad, no reunía un mínimo de condiciones de habitabilidad y solo lo vemos como una instalación castrense, tipo destacamento, donde se acercarían por un corto periodo con ese menester desde el castro de Azpeta situado a 500 m en linea recta.

Carst natural con posible función de Campo Frisio.

 

Ficha técnica

LOCALIZACIÓN

Facería 22, Abarzuza-Ibiriku

Coordenadas ETRS-89,

TOPONIMIA

Peña del Monte de los Frailes

CONTEXTO PAISAJISTICO

Afloramiento calizo amesetado, prácticamente sin cobertura de tierra vegetal y ocupado con pequeñas manchas de carrascas, donde es difícil la propia circulación por la característica cárstica del suelo. En la parte baja del cortado rocoso, se aprecia la construcción de pequeños refugios para animales, con paredes de piedra en seco.

HISTORIOGRAFÍA

Inédito

DESCRIPCIÓN

Pequeño recinto fortificado en la proa de una aguda terraza colgada. La solución que proporcionaron fue la construcción de 20 m de muralla de piedra en seco, con la cual aislaban una superficie de suelo muy irregular. Esta no permitía mas de 3 o 4 viviendas que estarían adosadas a la muralla, por tanto mas que un verdadero castro se trataría de un pequeño refugio o lugar de control y vigilancia en relación directa con el Castro de Azpeta cercano por el Este y la misión de controlar la ruta que asciende hacia Urbasa junto al río Irantzu, donde posteriormente se construyó el Monasterio de Irantzu.

Derrumbe de muralla

TIPOLOGÍA

Pequeño lugar de habitación

Superficie fortificada: 345 m2

Perímetro fortificado: 90 m

Eje máximo: 35 m

Eje mínimo: 15 m

Cronología: Hierro

Emplazamiento: Cresta

USO DEL SUELO

Polígono: 1; parcela rústica: 2 (sub-parcela K)

Grupo: Frondosas; cobertura principal: Carrascas (Quercus rotundifolia); Recinto 25005

INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN

Se trata de una manifestación difícil de interpretar pero de indudable carácter protohistórico, de planta triangular, aprovecha un escarpe cortado natural en dos de sus caras y en la tercera se levanta una muralla de 20 m de largo con la que cierran la fortificación, esta parece que se reforzó con un pequeño foso y la utilización del afloramiento cárstico como un verdadero “campo de piedras hincadas”, dadas sus características no necesitaban ningún otro tipo de actuación.

El acceso, lo hacían a través de un portillo natural al este del escarpe, por una rampa escalonada que accedía al pie de la muralla

MATERIALES

No disponemos de ningún material.

CONSERVACIÓN

Parece intacto, si exceptuamos el derrumbe de la muralla que es la única evidencia de actuación antrópica y único atributo que observamos.

CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO

Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena en el contexto de la población protohistórica a la llegada de los romanos, el 6 de enero del 2017

BIBLIOGRAFÍA

http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Pena+Monte+Los+Frailes

BIBLIOGRAFÍA

ARMENDARIZ MARTIJA J., 2008, De Aldeas a ciudades, el poblamiento durante el primer milenio a. C. en Navarra. Tesis Doctoral, Trabajos de Arqueología de Navarra, Monografías Arqueológicas, 2.

MALUQUER DE MOTES, J., GRACIA, F., MUNILLA, G., 1990, Cortes de Navarra, Campañas 1986-1988, Trabajos de Arqueología de Navarra, 9, Pamplona.

TARACENA, B., GIL FARRES, O., 1951, 1952, 1953, Memoria de excavaciones, Cortes de Navarra, Revista príncipe de Viana, Pamplona.

 

SENGUES-NABASKOZE, ¿Un castro en el origen de Navascues?

jueves, 18 de agosto de 2016

Avanzando en la prospección de los poblados de la edad del hierro en territorio del pirineo vascón, existen casos que nos llaman la atención, ocurre en el actual Navascues.

Interpretación ideal del Castro

Interpretación ideal del posible Castro de Sengues

Conforme mas conocemos como estaban organizados territorialmente y como situaban estratégicamente sus poblados fortificados, vemos que los objetivos eran proteger a los habitantes nativos y controlar a los foráneos, vemos como ese control se extendía a los caminos, ríos, ganados, pastos y tierras de labor, vemos, como esa protección no solo estaba dedicada a “los de afuera”, también a los vecinos se prestaba atención.

Creemos como muy posible que la división administrativa de la Navarra actual (al menos en los valles pirenaicos), sea consecuencia de esta organización protohistórica que se venía gestando a través de muchos siglos, aunque cristalizara documentalmente en época medieval y vemos que la orografía de por si, era una parte muy importante en esa protección.

El caso de Navascues nos hace reparar, en que unas buenas tierras de labor, donde la cuenca del río Salazar se abre formando una planicie, serían causa de una atención especial y que cerca tendrían situado un recinto fortificado importante donde protegerse en caso de necesidad.

Efectivamente el actual emplazamiento de Navascues es el lugar ideal y además ofrecía óptimas condiciones.

Navascues y tierras de labor

Navascues pastizales y tierras de labor

Es posible que a través de la historia hayan aparecido evidencias de esta época (molinos, cerámica, etc), que no han tenido mayor relevancia que un comentario entre vecinos, pero tenemos la convicción del origen de este poblamiento en la protohistoria, sino antes.

Este emplazamiento, como otros muchos en Navarra, cuya secuencia temporal a perdurado hasta hoy, mas que tenerse probados se intuyen, bien es verdad que en la actualidad los medios y los conocimientos nos facilitan indicios o evidencias que antes pasaban desapercibidas.

También en la actualidad existen técnicas y  herramientas que nos facilitan este reconocimiento, mención principal a la orto-fotografía histórica, cartografía, toponimia y mapa de relieve (LIDAR) que el SITNA ofrece por internet, lo cual no te exime de las visitas que sean necesarias, para reconocer eso que intuyes en estos medios.

Mapa de relieve (LIDAR) del Navascues actual

Mapa de relieve (LIDAR) del Navascues actual

En el caso del actual Navascues, se acumulan una serie de detalles que facilitan la asignación del poblamiento a la edad del hierro: En primer lugar se trata de una loma descendente cercana al llano, con un estrecho istmo, fácil de aislar con la cava de un foso.

En segundo lugar, esta tiene unas pendientes suficientemente escarpadas para conseguir terraplenes sobradamente violentos, estos dotados con unas adecuadas murallas, completaban una fortificación importante.

En tercer lugar, el lugar elegido controlaba uno de los principales caminos de comunicación de la cuenca del río Salazar con la del Roncal.

En cuarto lugar, la extensa vega que forma el río Salazar debajo del castro, contiene las mejores tierras de labor de la comarca, capaces de proporcionar cosechas para una importante población y la proximidad del curso fluvial como fuente de recursos.

Ademas cerca al nordeste, se localiza una meseta entre las cuencas de los dos ríos con extensos pastizales, tradicionalmente muy apreciados por los ganaderos, capaces de mantener una numerosa cabaña bien vigilada y protegida.

Castro del Puntallo de Santa Cruz, Almiradio

Castro del Puntallo de Santa Cruz, Almiradio, LIDAR-SITNA

Por lo que hasta ahora hemos podido averiguar, esta población se encuentra en el centro de una serie de castros que en cierto modo la protegen, formando una coraza en derredor, Paco de la Guardia, Puntallo Santa Cruz y Likarri, de este a oeste por el norte, Peñarroya, El Poio, y Entrepeñas por el sur, así sería mas que un simple castro mas o menos protegido y tendría la función de centro o capital que después ha tenido en época histórica.

En la zona pirenaica Navarra, ocurre igual que en otras zonas montañosas de la península ibérica, como la Cántabra y la Astur-Leonesa, en periodos de inestabilidad, como fueron las distintas invasiones  de Suevos, Vándalos, Alanos, Visigodos y Arabes, sin duda habrían animado a los vascones a la revitalización y reutilización de las antiguas fortificaciones castreñas, de manera que durante estos ciclos, o al menos los mas peligrosos, sería donde parte de la población alto medieval desarrollara su vida, también hay que tener en cuenta, que muchos de estos lugares no se habrían desolado en la época romana, sino que se habrían fortificado todavía mas, perdurando incluso hasta la actualidad.

 

Interpretación del castro de Entrepeñas sobre la foz de Aspurtz

Interpretación del castro de Entrepeñas sobre la foz de Aspurtz

Interpretación del castro de Peñarroya, último localizado en el Almiradio

Interpretación del castro de Peñarroya, último localizado en el Almiradio

Por tanto no debe extrañarnos que este emplazamiento haya conservado la capitalidad del Almiradío puesto que siempre habría gozado de este carácter.

Tampoco nos extraña la urbanización del casco viejo, de alguna manera fosilizada y clásica de esta época con una calle principal, que se habría recuperado en la repoblación medieval, tras haberse desolado Sengues.

La rivalidad entre los distintos ámbitos administrativos, siempre dio dolores de cabeza a la élite gobernante, aunque pocas veces pasaba a mayores, así se dotaban de normas y arreglos, de facerías y convenios y ante los peligros verdaderos, predominaba la proverbial solidaridad tribal entre valles y comarcas.

Periodos tiene la historia, donde una parte de la población navarra, sintió la necesidad de buscar refugio en esta zona por razones de seguridad, periodos donde la vida era el único valor a conservar.

Para esto estaban bien dotados desde la prehistoria, la quebrada geografía facilitaba la dispersión como defensa, y por esta razón se construyeron tantos refugios, pero la tierra era pobre y tampoco podía mantener tanta población como la que en determinados momentos, tuvo que soportar esta parte de la montaña vascona.

Lugar donde se relleno el foso a la entrada de la localidad por el este

Lugar donde se rellenó el foso a la entrada de la localidad por el este

Así encontramos recintos fortificados en altitudes de casi 1.200 m de altura. Rutas pecuarias que se remontan a épocas prehistóricas, cuya vigencia ha llegado hasta nuestros días en forma de cañadas, o infinidad de prados abiertos en lugares alejados, donde se sembraba cereal hasta no hace muchos años, hoy convertidos en praderas o abandonados, aunque todavía podemos apreciar las eras donde se trillaba y todavía podemos conocer gente a la que le toco vivir esta clase de practicas en la segunda mitad del S. XX.

Recinto fortificado de Gaztuluzarra, Uztarroz

Recinto fortificado de Gaztuluzarra, Uztarroz

Esta riqueza que antaño solo permitía un régimen de supervivencia, hoy se conserva de modo mas o menos testimonial y solo gracias a la inmensa red de pistas y caminos forestales que facilitan de manera rápida y cómoda el acceso a estos prados, muchos de ellos abiertos por los habitantes protohistóricos de estos castros, en el entorno de los mismos.

Extenso recinto fortificado de la Cerca, Salazar

Extenso recinto fortificado de la Cerca, Salazar

Las mismas características que vemos en el Almiradío de Almiradios (Navascues), se repiten en los también viejos almiradios de Salazar, Roncal, Romanzado, Urraul Alto y Bajo, Aezkoa, Esteribar o los valles de Artzibar, Erroibar, Lizoain-Arriasgoiti, incluso las Vizcayas, Valdorba, Sakana, Deierri, Guesalaz, Amezkoas, Berrueza o Valle de Lana.

Y no es que el resto del territorio de los vascones no participara de las mismas formas y organización, sino que la orografía era tan diferente, que permitía el acceso de los grandes ejércitos a las inmediaciones, facilitando el acoso y cerco de aldeas y ciudades sin capacidad de respuesta en campo abierto.

Castro de Espildatxikia, Salazar

Castro de Espildatxikia, Salazar

Es mas que probable, que las Aceifas musulmanas lanzadas desde Cordoba contra la “marca superior” en la alta edad media, se abstuvieran la mayoría de ellas de penetrar en estos espacios, según la tradición, tendrían malos recuerdos, como la batalla de Olast, (Oloast leyenda o no, fechada en 732 o 785), que algunos localizan junto al portillo de Ollate, en la cañada de los roncaleses pero en término de Navascues.

Dramatización de la batalla de Olast, en el Ayuntamiento de Urzainki

Dramatización de la batalla de Olast, en el Ayuntamiento de Urzainki

Los espacios montañosos, siempre fueron un gran problema para estos ejércitos y los nativos, especialistas en la lucha guerrillera que el conocimiento del territorio les facilitaba, por esto no nos puede extrañar que en determinadas épocas históricas, se recurriera a la solidaridad de los montañeses y desde estas montañas se recuperara el control del territorio.

Escudo de Roncal, Archivo General de Navarra

Archivo General de Navarra

El cronista musulmán Arib Ben Sad, recoge un episodio de la aceifa cordobesa del 924, deja escrito que el 21 de julio las tropas musulmanas “destruyeron una aldea de nombre Baskhunsa de donde era natural el rey de Pamplona”, J. M. Jimeno Jurio interpreta que esta aldea es el Navascues actual (otros autores la identifican con Sangüesa la vieja/Rocaforte).

¿Pudo ser esta aldea Sengues-Nabaskoze y este el motivo de su desolación? Si así fuera, habría tenido un papel importante. Siendo un enclave suficientemente seguro, en él habrían recalado buscando refugio las élites influyentes, la iglesia y aristocracia de zonas donde ya el latín-romance era el idioma utilizado por estas, terminando por afectar seriamente al euskera nativo. Esto se puede comprobar en la toponimia del Romanzado y Almiradío y en menor medida en Salazar, Urraul o Roncal, todos ellos eminentemente euskaldunes, donde el romance ha sustituido en gran medida al euskara.

Sea como fuere, no somos especialistas ni en lenguas ni en historia y no es pretensión nuestra discutir hipótesis mas fundamentadas, pero estas especulaciones vienen a cuento, porque el resultado de nuestras prospecciones demuestran, que desde la edad del hierro existía una gran organización territorial y una gran demografía y es razonable entender, que la despoblación de estos valles, se da bien avanzada la edad media entre los siglos XIII y XIV.

 

 

Bibliografía utilizada

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UBIETO ARTETA A. Documentos reales navarro-aragoneses hasta 1004, 1986

Complejo Megalitico de río Urrobi en el paso del Pirineo Occidental

jueves, 17 de diciembre de 2015

Hablar del río Urrobi y su complejo megalítico es referirnos a una importante vía que canaliza el paso del Pirineo de Norte a Sur y viceversa, por tanto, si buscamos encontraremos muchas evidencias de antropización desde los lejanos tiempos del paleolítico, cierto es que remontarnos a tan alejados periodos supone una gran dificultad para hallar restos de esta época en un terreno eminentemente montañoso y con una geología poco propicia a la existencia de cavidades horizontales, pero que las dificultades sean grandes no significa que no existan, por el contrario del periodo Neolítico, Calcolítico, Bronce y Hierro los vemos en abundancia y no tenemos dudas de que seguirán apareciendo.

Referencia de la area estudiada en la cuenca del Urrobi

Referencia de la área estudiada en la cuenca del Urrobi

El área de influencia de este río se sitúa entre las cuencas del río Irati por el Este y la del río Erro por el oeste, los tres en la vertiente mediterránea y abarcando dentro de su ámbito la Sierra de Osa al Este y la Sierra de Labia al Oeste, ambas con importantes rutas pecuarias y comerciales en la antigüedad. Estas rutas han tenido una gran influencia en la existencia de estas manifestaciones propias de un pueblo ganadero o no, semi-nómada o no, pero que vivía y moría en estos lugares y en estos montes era enterrado, con las costumbres, formas y rituales habituales de su cultura, cultura que fue evolucionando con el paso del tiempo, adquiriendo nuevas costumbres y formas provenientes del norte, adaptándolas a sus necesidades e idiosincrasia.

En la actualidad el clima es frío y húmedo con una importante media de precipitación anual e importantes nevadas en su cabecera, con vegetación continental al Norte y mas mediterránea por el Sur.

La geología claramente diferenciada varía entre la zona Norte con Devónico y Jurásico en su cabecera, el Pleistoceno en la llanada, el Cretácico, el Triásico y el Eoceno al Sur.

Ärea del cauce del río Urrobi

Área del cauce del río Urrobi

Como característica principal la mayor parte de los monumentos megalíticos se concentran en el macizo triásico de Oroz Betelu y la llanada de Errozabal, solo nos referiremos a los situados en vertiente del Urrobi, con la peculiaridad que dos de ellos se encuentran situados en la misma orilla del cauce, en un estrecho desfiladero y asociados a dos abrigos bajo roca «preparados» para ser habitados, detalle poco común, al menos en Navarra.

Dolmen Urrobi

Dolmen Urrobi 1, Aurizberri-Espinal

Urrobi 031

Abrigo habilitado junto al dolmen

Dolmen Urrobi 2

Dolmen Urrobi 2

Abrigo habilitado junto al dolmen Urrobi 2

Abrigo habilitado junto al dolmen Urrobi 2

En realidad no nos llama la atención la cantidad de monumentos concentrados, pues la experiencia a lo largo de los años nos dice, que era mas practico, transportar “el muerto a la piedra que no la piedra al muerto” y este macizo, de piedra esta bien dotado.

 

Todavía no tenemos nada claro en que época concreta  se empiezan a construir los dólmenes en el pirineo, pero la corriente mas común, la sitúa entre el final del Neolítico y la Edad del Bronce (entre 3.000 y 2.500 a.C.), Menhires, Túmulos y Cromlechs son posteriores sin solución de continuidad, al menos hasta época romana. La escasez de investigación reciente en monumentos del pirineo, por no decir nula, no nos permite saber si algunos túmulos hallados recientemente junto a la calzada romana en lugares atípicos, tienen que ver con esta y por tanto de época alto-imperial o son anteriores que casualmente se encontraban en su trazado cuando esta se construye.

Dolmen Asibar

Dolmen Asibar

En este punto hacemos referencia al dolmen de Asibar, último megalito descubierto en Aurizberri-Espinal junto a la calzada, lo interpretamos como dolmen por similitud en tamaño y forma. Se encuentra profanado (como es habitual) sin las losas de la cámara, sospechamos que fue despojado de ellas por la proximidad con el camino, pero pudiera tratarse de un túmulo, eso si, de tamaño mas grande que los habituales.

Nuestra propuesta como dolmen evita relacionarla con la calzada, por el contrario si se tratara de un túmulo, bien pudiera tener relación con esta, como una perduración  funeraria nativa de la edad del Hierro y ser contemporáneo de los Cromlechs.

Cromlech Lendergibel 1

Cromlech Lendergibel 1

 

Croquis del crómlech Urritzmunu C1

Croquis del crómlech Urritzmunu C1

En relación con los Cromlechs y su escasez en este ámbito, nosotros creemos que la proximidad con poblamientos de época romana y posteriores de cierta importancia en el llano de Otegi, hizo necesaria la utilización de estas tierras para la agricultura y esta practica habría hecho desaparecer gran número de estos monumentos, comprobando la aparición de losas de areniscas triásicas, en lugares que de manera natural nunca hubieran podido existir.

Losas de arenisca retiradas por el agricultor en Urritzmunu

Losas de arenisca retiradas por el agricultor en Urritzmunu

Aunque tanto la construcción y la secuencia de uso de los diferentes monumentos, como sus formas y rituales no tengan relación los unos con los otros, nos permiten hacernos una idea de la duración del fenómeno megalítico y la  utilización del territorio en esta parte del Pirineo, por ello hacemos una relación conjunta de los situados en la vertiente del Urrobi, sin incluir los fondos de cabaña, con el objetivo de documentar la gran relación de los megalitos con este paso.

Cromlech Soldaduko Harria hego

Cromlech Soldaduko Harria hego en el monte Lindux

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La relación de los megalitos censados en el ámbito aludido los disponemos de Norte a Sur empezando por el monte Lindux como cambio de vertiente.

  1. Dolmen Lindux Ipar
  2. Dolmen Lindux Hego
  3. Túmulo Soldaduko Harria
  4. Túmulo Ataloztiko Ataka
  5. Cromlech tumular Lindux Ipar
  6. Cromlech tumular Soldaduko Harria
  7. Cromlech Soldaduko Harria Ipar
  8. Cromlech Soldaduko Harria Hego
  9. Cromlech Atalozti
  10. Túmulo Arregixelai 1
  11. Túmulo Arregixelai 2
  12. Túmulo Xoringoa 1
  13. Dolmen Mendiaundi
  14. Dolmen Bagomultxu
  15. Dolmen Artzilo
  16. Túmulo Artzilo
  17. Menhir Oihanondo
  18. Dolmen Urdantxarreta
  19. Dolmen Dondoro                  
  20. Dolmen Otegi
  21. Túmulo Urritzmunu
  22. Cromlech Urritzmunu
  23. Dolmen Urritzmunu
  24. Dolmen Baratzeko Erreka 
  25. Dolmen Arriurdin
  26. Dolmen Asibar
  27. Dolmen La Peña de Uligaitz
  28. Cista Uligaitz
  29. Dolmen Urrobi 1
  30. Dolmen Añigurrita
  31. Menhir Sakarteburu
  32. Dolmen Lerdengibel 1
  33. Dolmen Lerdengibel 2
  34. Dolmen Lerdengibel 3
  35. Cromlech Lendergibel
  36. Menhir Irumugeta
  37. Dolmen Xurize 1
  38. Dolmen Xurize 2
  39. Dolmen Xurize 3
  40. Dolmen Oianbizkar     
  41. Dolmen Urrobi 2
  42. Dolmen Corona 5
  43. Dolmen Corona 4
  44. Dolmen Ansabe
  45. Dolmen Corona 1         
  46. Dolmen Corona 2
  47. Dolmen Corona 3
  48. Dolmen Zanaz M
  49. Túmulo San Pau

 

Hallamos un dolmen que nos sorprendió por su estado nada habitual, cual es, el encontrarse intacto, sin traza alguna de profanación, se trata del dolmen de Oianbizkar del que no damos coordenadas por motivos obvios.

Limpieza de cubierta y galgal de Oianbizkar

Limpieza de cubierta y galgal del dolmen Oianbizkar

Esporádicamente comprobamos excavaciones clandestinas de “busca tesoros” empeñados en arruinar todo tipo de manifestaciones, tanto megalíticas como arqueológicas, incluidos poblados del hierro y romanos, destruyendo el valor principal de estos restos cual es la información que contienen, puesto que el valor comercial nunca les compensara por el estrago que realizan, detectoristas que actúan bajo las nieblas otoñales e incluso con nocturnidad en yacimientos catalogados o en vías de ello.

Con todo, pensamos que el conocimiento por la población de este patrimonio conllevará mayor educación, mayor concienciación y sensibilidad, creando mayores dificultades a la actuación de saqueadores.

El paso pirenaico occidental a la llegada de los romanos

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Control del paso por los vascones

 

Llanada de Orreaga desde Lepoeder

Llanada de Orreaga desde Lepoeder

Los últimos descubrimientos realizados por el equipo de Aranzadi Zientzia Elkartea sobre la edad del hierro y romana, nos empujan a desarrollar, aunque sea de manera somera y puntual, una hipotética propuesta de cómo vemos, partiendo de estos descubrimientos, el estado de la cuestión en este punto concreto e importante, como es la llanada a la que el insigne historiador José Mª Jimeno Jurio denominaba Errozabal. De paso damos a conocer estos descubrimientos, importantes para contribuir a entender mejor este paso en el periodo protohistórico.

mapa-fisico-navarra

No hace falta extenderse en explicar la extraordinaria importancia de este llano a través de todos los tiempos. A la privilegiada situación en el paso se une la característica de tratarse del plano o llano mas extenso en la vertiente Sur de la cordillera, dentro de ella misma, con amable orografía aunque con clima duro, frío y húmedo. Importante también estratégicamente, de cara a salvar la dificultad geográfica, como área de descanso y aprovisionamiento.
Salvando las distancias temporales y las posibles variantes climáticas, vemos que desde el Neolítico ha sido habitualmente utilizado este llano como lugar de habitación y consiguientemente de enterramiento, hecho que nos demuestran los dólmenes, túmulos, menhires y crómlech que en gran abundancia los vemos en collados, lomas, laderas y orillas de cursos fluviales.
Baste decir que en este llano y el entorno cercano, tomando como centro Auritz-Burguete, en un radio de 10 kms (dos horas de marcha), se localizan mas de 40 dólmenes, 30 túmulos, 70 cromlechs, 10 menhires e innumerables fondos de cabaña.

Dolmen de Artzilo en Aurizberri

Dolmen de Artzilo en Aurizberri

En este plano ligeramente inclinado discurren varios pequeños cursos de agua, procedentes generalmente de manantiales mas o menos cercanos, como las distintas regatas que, procedentes del macizo de Mendiaundi, Menditxuri y Lindus, se juntan en Mugakolarre para desembocar en la de Xoringoa y rápidamente aguas abajo con la de Aetzubiko Hugaldea. Esta a su vez ha recibido aguas de Arrañosingo Erreka y Basajaunberroko Erreka, para formar entre todas la cabecera del Urrobi. Así se denomina al río que desde este llano discurre encajonado hasta su desembocadura en el Irati.

En los espacios entre regatas se localizaron hace unos años un buen número de “talleres” de sílex (asentamientos) con distintas cronologías que abarcan desde un neolítico tardío hasta un bronce inicial o pleno, teniendo en cuenta la existencia de varios dólmenes en el mismo espacio. Varios de ellos fueron excavados por Telesforo de Aranzadi y José Miguel de Barandiaran en 1925-26.

Algunos de estos talleres no pasarían de ser campamentos temporales estacionales sin otra pretensión, pero los enterramientos en dólmenes (como tumbas colectivas) parecen indicar un uso continuado de estos espacios. Lo cierto es que se recuperaron materiales interesantes sobre todo líticos, tallados, pulimentados, molinos de mano, afiladeras, cerámicos y metálicos.

Silex tallado de Baratzeko erreka

Sílex tallado de Baratzeko erreka

Estos talleres tienen una dificultad añadida a la descontextualización, al solaparse restos de diferentes talleres y épocas en las mismas áreas. Aparecen los materiales revueltos como consecuencia de la practica agrícola, pero al menos nos sirven para asegurarnos una ocupación del territorio desde una época muy antigua, con una continuidad aunque fuera solo estacional, y poder hacernos una idea de la excelencia de estos lugares para la caza, pesca, recolección y pastoreo.
Así se fueron fijando las diferentes rutas pecuarias que atravesaban los pasos pirenaicos en su transito hacia el Sur y viceversa. Se fue estableciendo una población y una cultura, habituada desde siempre a ver pasar gentes de todo tipo, con lenguas y costumbres diferentes, que sin duda traían, practicas, técnicas y nuevos rituales, que los nativos adoptaron e introdujeron como propias en el acervo mitológico y cultural de su pueblo.

Cromlechs en Adiko Soro

Cromlechs en Adiko Soro (Adikosoro M. C 2)

Sirva como ejemplo la costumbre europea del crómlech como espacio ritual, que llega desde el norte, se adopta en el área pirenaica y al aspecto ritual que traía, se le añade otro funerario, dimensionando estos espacios para las necesidades de los nativos como espacios funerarios individuales. Por cierto, en este llano últimamente hemos hallado un sólo crómlech hasta el momento. Esto es algo que siempre nos había extrañado, pero los trabajos llevados ahora a cavo nos han convencido de la utilización intensiva de estas tierras para la agricultura, con una gran población en época romana. Esto de ninguna manera les permitía prescindir de ellas como fuente de recursos alimentarios, facilitando de esta manera la desaparición de estos pequeños megalitos.

De todas formas a partir del bronce medio-final, parece que es necesario una cierta protección colectiva y en el pirineo occidental no podía ser diferente, con el paso de las bandas celtas, fuera como una única invasión o varias, se hace necesaria la defensa, característica además común en los diferentes territorios y pueblos peninsulares, incluso continentales, pues es un fenómeno que se viene dando en todo el occidente europeo.

Interpretación de habitación nativa no encastrada

Interpretación de habitación nativa no encastrada

Ante la dificultad que esto entraña, por la dispersión de los establecimientos familiares asentados en las tierras mas cómodas y productivas (ya fuera por agricultura o pastos), los nativos se ven en la necesidad de organizarse tribalmente de manera amplia, no podemos saber el periodo de tiempo mas o menos largo que les habría llevado el conseguirlo o si esta cohesión ya venía forjándose desde tiempo atrás, pero tubo que darse un hecho suficientemente grave para que un pueblo que probablemente se estaba constituyendo por inercia, sintiera la necesidad imperiosa de organizarse, no solo sobre el terreno a fortificar y proteger sino con el reparto de tareas y funciones dentro de un ámbito territorial mas amplio, donde la propiedad era comunal y el trabajo colectivo era tan necesario que supuso un cambio de hábitos, con el resultado de una mayor cohesión social de unas gentes no demasiado acostumbradas a los problemas que les tocaba vivir, pero que ya eran conscientes que la supervivencia individual y colectiva como pueblo dependía de ello.

Recinto fortificado de Irube en Oroz Betelu

Recinto fortificado de Irube en Oroz Betelu (Irube)   SITNA

El tener conciencia de pueblo suponía el control exhaustivo del territorio, la amplitud del mismo obligaba a relacionarse con gentes de costumbres diferentes, que en determinados momentos eran competidores con problemas que había que conciliar, si bien es verdad, que en nuestro caso les uniría la lengua común que sin duda era el euskera, verdadero aglutinante social.
Todo esto empujaría a los nativos pirenaicos, igual que en el resto del territorio, a la búsqueda de la seguridad, agrupándose en lugares donde con el menor esfuerzo posible les asegurara esta condición y a la vez estructurar el control del territorio, dotándolo de una vigilancia y rápida comunicación con los diferentes núcleos aislados, familiares y colectivos, recintos fortificados que fueron construyendo ex novo, en un territorio eminentemente montañoso, difícil de controlar pero fundamental para la seguridad de todo el resto del territorio que los romanos denominaron vascón .

Recinto fortificado de La Cerca, Faceria 9 (Salazar)

Recinto fortificado de La Cerca facería 9 (Salazar) SITNA

Concretamente en Navarra, tenemos un déficit importante de investigación planificada que venga al menos desde la edad del bronce, que nos permita vislumbrar estos aspectos, que al menos, nos proporcione pistas y conocimientos sobre el origen temporal de estas formas de vida.
Estos castros, de los que desconocemos su origen temporal, todavía mantienen muchas incógnitas también sobre su uso, motivación y pretensión , mantienen  preguntas todavía sin resolver, el ¿quién?, y el ¿cómo? lo intuimos, el ¿por qué?, no esta claro aunque intuimos que no fué por moda, el ¿para que? tiene diversas facetas mas difíciles de contestar, desde los que pensaban que solo se utilizaban en caso de necesidad como refugio de urgencia, entre los que destacaban B. Taracena y A. Fernandez de Aviles (1945), José Miguel de Barandiaran 1961), y F. Gaudeul (1985), esencialmente por la carencia de estructuras o ajuares en sus excavaciones, incluso se apuntaba que algunos no hubieran sido ocupados jamás después de su construcción, otros que tuvieran ocupación solo estacional por pastores en épocas de luchas y otros como marcadores territoriales de propiedad o dominio, en fin, estos enigmas hoy se van resolviendo poco a poco con el avance en las investigaciones arqueológicas y sabemos que se ocupaban con intensidad por pequeñas poblaciones, aunque quedan muchas facetas sin resolver, como organización del control territorial, formas de vida, oficios y practicas habituales, minería, metalurgia, enterramientos y rituales, claro que sin una visión global, sin una planificación de los trabajos arqueológicos desde el Calcolítico, o al menos desde el Bronce, nos tememos que los resultados siempre serán parciales y poco prácticos para contestar a estas preguntas y muchas otras sin resolver.
No tenemos demasiados datos para saber la extensión del territorio de los vascones antes de la llegada de los romanos, por tanto debemos aludir a las primeras noticias escritas por estos cuando hacen referencia a ciudades y centros habitados por aquellos, como ESTRABON (63 a. C.-24 d. C.) con Kalágouris, Pompelon u Oiásson .
Las primeras referencias a los vascones datan de las guerras sertorianas (77/74 a. C.) TITO LIVIO en el libro 91 fechando en el 76 a. C. leemos que Sertorio “llegando en un día por Bursao, Cascantum y Graccurris hasta Calagurris y el día siguiente, a través del territorio de los vascones, hasta la región de los Berones” .

As de bronce

As de bronce

Denario

Denario de plata

SALUSTIO en el 75 a. C. cita “tum Romanus exercitus frumenti gratia remotus in Vascones est…” , después vienen VARRON, PLINIO, ESTRABON, SILIO ITALICO,
TOLOMEO, ALEJANDRO SEVERO, AUSONIO, que aludiendo a los vascones nos dejaron un mosaico de datos para hacernos una idea de la territorialidad vascona, desde Calagurris hasta Oiasso y la Jacetania y desde las Cinco Villas hasta Los Arcos, un extenso territorio para una sociedad que nos invita a pensar en una buena estructuración territorial y organización social.
Sobra decir que además de estos recintos fortificados que ofrecían una seguridad pero que eran incómodos sobremanera, existían otras formas de vida, en cuevas como esta demostrado por la arqueología y al aire libre en terrenos propios para la agricultura, con abundante agua, cómodos pero inseguros en su época, que eventualmente usarían los enclaves fortificados como refugio temporal, pero que de alguna manera les obligaría a colaborar en la organización social, con trabajo comunal, impuestos en especie o algún tipo de contrato con las élites que estaban conformando una incipiente jerarquización o estructuración del solar tribal.

No pretendemos ilustrar una explicación sobre la organización de las sociedades protohistóricas previas a la romanización, muy bien desarrollada por Javier Armendariz en su tesis doctoral: DE ALDEAS A CIUDADES, El poblamiento durante el primer milenio a. C. en Navarra, que ha sido fundamental en el registro y catalogación del poblamiento protohistórico estable en Navarra, sino aportar algunas observaciones realizadas sobre el terreno, sobre todo a partir del estudio de los megalitos y los antiguos caminos, que a lo largo de muchos años hemos ido realizando en el Norte de la actual Navarra.
No consideramos probable diferencia alguna importante entre las comarcas, como montaña, zona media o ribera, salvando los distintos recursos condicionados por la orografía y el clima, unas serían mas ganaderas y otras mas agrícolas o mixtas, si acaso, diferentes soluciones al mismo inconveniente, pero los grandes problemas de organización, defensa, poliorcética, relaciones, mercado y comercio debía ser la misma, salvando las diferencias demo-geográficas.

Interpretación de habitación encastrada

Interpretación de habitación encastrada

Si vemos que las macro-estructuras de los poblados tienen las mismas soluciones, debemos considerar que las formas de habitación serían parecidas, con los materiales a su disposición en el entorno.
Este comentario viene a cuento por la inexistente investigación arqueológica en poblados de este tipo en la zona pirenaica y el desconocimiento absoluto de formas y materiales que nos puedan orientar, aunque la intuición nos indica, la utilización abundante de materiales vegetales, no debemos presuponer la inexistencia de otro tipo de formas, presentes en los territorios limítrofes donde si se han estudiado como Alava, Baja Navarra, Guipuzcoa, Ribera y Zona Media de Navarra.
El relato tópico que de este territorio se venía dando, con una aislada y salvaje vida pastoril, creemos que poco tiene que ver con la realidad de una zona donde existían importantes reservas de oro, plata, plomo, cobre, hierro, agua y madera, cruzada por importantes caminos, que difícilmente hubiera permitido mantener ese aislamiento.
Nosotros mas bien lo vemos como un territorio, donde las diferentes actividades eran complementarias, celoso pero abierto, con una lengua, cultura y organización suficientemente consolidada como para tener claras sus prioridades, una actitud esponjosa con las nuevas técnicas y hospitalaria de cara a las personas.
Volviendo al lugar de este artículo, vemos muy claro el interés que tenían en controlar este paso y a la vez encontrar la seguridad necesaria con tres castros junto al llano: Irumeaka al Este (camino de Aezkoa), Bidausi al Sur (sierra de Osa), Mezkirizperro al Oeste (sierra de Labia) y un cuarto Zerkupe (Saint Michel) al Norte, sin descartar algún nuevo descubrimiento que refuerce aún mas esta hipótesis.

Paso de Roncesvalles y la llanada con sus tres castros

Paso de Roncesvalles y la llanada con sus tres castros. Google

Es muy posible que ninguno de los recintos fortificados fueran inexpugnables, pero si tenían las suficientes dificultades para que grupos de saqueadores habituales en esta época, se lo pensaran y pasaran de largo dando tiempo a los nativos a neutralizar el peligro.

Irumeaka, Garralda

 

Recinto de Irumeaka

Recinto de Irumeaka. Google

• Tipología: Núcleo de población
• Superficie fortificada: 7770 m2
• Perímetro fortificado: 350 m
• Eje máximo: 127 m
• Eje mínimo: 63 m
• Emplazamiento: Loma
• Término municipal: Garralda,
• Entorno: Terreno mixto de pastizales naturales, praderas y bosque predominantemente de hayas con sotobosque de boj, espinos, avellanos, acebos y pacharanes, en loma ascendente orientada de Oeste a Este, aprovecha por el Sur un fuerte escarpe natural consiguiendo un amplio dominio visual del paso hacia Aezkoa, la llanada de Otegi y el paso de Orreaga-Roncesvalles. Frecuentados por el Jabalí, Ciervo, Corzo, Zorro, Tejón, Marta, Fuina, Turón, Comadreja y anida el Pito negro, Pito real, Pito picapinos, Cuervo, Corneja, Arrendajo, Azor, Gavilán, Milano real, Ratonero común, Cernícalo y un amplio número de aves menores. Con una orografía amable de lomas y cerros redondeados, viejos caminos como la pasada 26 de la Cañada Aezkoa-Fitero al Sur por debajo o el precioso sendero que desde tiempo inmemorial ascendía desde Zakarloa y daba acceso al castro .
• Conservación: De conservación incierta, no tiene que ser mala a pesar de haberse utilizado agrícolamente, los fosos aunque con abundante vegetación se hallan bien definidos así como los terraplenes, dentro del espacio fortificado una franja se encuentra reservada por la existencia de un afloramiento calizo y la ausencia de piedras en los terraplenes puede ser
debido al reciclaje y utilización de estas en épocas históricas para la construcción o por encontrarse enterradas bajo la capa vegetal.
• Materiales: por el momento no disponemos de ningún tipo de industria de este lugar.
• Circunstancias del hallazgo: Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, Javier Puldain Huarte y Rafa Zubiria Mujika en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico de la calzada romana y su entorno.
• Localizado: el día 14 de junio del 2015.
• Valoración: La valoración que hacemos de este castro es importante, tanto mas, cuanto estamos ante uno de los núcleos habitados mas cercano al paso de Roncesvalles, dominando además la llegada desde el valle de Aezkoa, por tanto importante en la articulación del territorio antes de la llegada de los romanos y cerca del lugar que escogieron los romanos para instalar una mansio de la calzada Asturica-Burdigala en el paraje de Otegi-Zaldua (Aurizberri-Auritz); Es posible por tanto, su temprano abandono en el siglo segundo a. C. por tratarse de la principal vía de penetración del pirineo occidental hacia la península ibérica. Los castros mas cercanos serían: Bidausi 1.800 m (Auritz) Mezkirizperro 3.500 m (Aurizberri-Espinal),  Sagardigain 6.900 m (Artzi-Arce, Irube 7.300 m (Oroz Betelu), Burdingain 8.400 m (Garaioa-Aezkoa), El Castillo 8.400 m (Artzi-Arce) y por el Norte Zerkupe 13.000 m (Saint Mitxel-Garazi).

(Fue Javier Puldain Huarte quien vio indicios de este castro y su insistencia nos hizo visitar varias veces el lugar, hasta que logramos identificar este recinto fortificado. .)

Interpretación ideal del recinto de Irumeaka

Interpretación ideal del recinto de Irumeaka

 

Bidausi, Auritz-Burguete

 

Recinto de Bidausi

Recinto de Bidausi. Google

• Tipología: Núcleo de población
• Superficie fortificada: 5.700 m2
• Perímetro fortificado: 310 m
• Eje máximo: 100 m
• Eje mínimo: 70 m
• Cronología: Hierro
• Emplazamiento: Loma
• Término municipal: Auritz-Burguete
• Entorno: Bosque de hayas con sotobosque de boj en sustrato calizo, situado al sur de la llanada de Otegi por encima de la confluencia de Aetzubiko Ugaldea y Xuringoa Ugaldea.
• Conservación: Los problemas propios del clima y el tiempo transcurrido, son los únicos que en principio podemos esperar, no vemos alteraciones antrópicas importantes ni por caminos ni otras causas que las propias de las explotaciones forestales, por tanto suponemos que existirá estratigrafía conservada.
• Materiales: No disponemos de ningún material
• Circunstancias del hallazgo: Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos.
• Localizado: El 16 de octubre del 2015
• Valoración del yacimiento: Creemos que tiene mucha importancia como ejemplo del control del territorio, sobre todo en referencia a la llanada de Otegi donde llegaban varias rutas prehistóricas que atravesando el Pirineo confluían en este llano y desde aquí,tomar distintas direcciones por las diferentes sierras hacia el Sur,  mas tarde a este mismo lugar, llegarían las calzadas romanas desde Asturica Augusta y Caesaraugusta para desde aquí juntas llegar a Burdigalam. Con esta localización, Mezkirizperro e Irumeaka (los tres conectados visualmente) se completaba el control del paso, por el Sur, Oeste y Este. El recinto aprovecha un fuerte escarpe rocoso natural por el Sureste que apenas necesitaba atención y completaba el cerco con un terraplén probablemente amurallado, un foso natural (en parte) reforzado o agrandado y un pequeño tramo de muralla al Este, por donde se realizaría el acceso.

Interpretación del castro de Bidausi

Interpretación del castro de Bidausi

 

Mezkirizperro, Aurizberri-Espinal

 

Recinto de Mezkirizperro

Recinto de Mezkirizperro. Google

• Tipología: Núcleo de población
• Superficie fortificada: 35.665 m2
• Perímetro fortificado: 950 m
• Eje máximo: 400 m
• Eje mínimo: 80 m
• Cronología: Hierro
• Emplazamiento: Valle
• Término municipal: Erroibar-Erro
• Entorno: La antigua localización de Julio Altadill en un promontorio junto a la localidad de Aurizberri-Espinal, se halla colonizada para la agricultura en terrenos de propiedad particular, conserva grandes terraplenes e incluso creemos que tubo un foso hoy colmatado. Desde este altozano se puede controlar la vieja ruta y calzada romana de Astorga a Burdeos que discurre junto al sur de su muralla y un amplio espacio de la plana de Otegi.
• Conservación: La concentración parcelaria afecto gravemente a algunos de los terraplenes defensivos explanados con maquinaria pesada pero todavía conserva la mayor parte de la poliorcética aplicada para su fortificación. En dos sondeos estratigráficos practicados, solo se recuperó un fragmento cerámico de una vasija manufacturada cocida en horno reductor. De todas formas nos informados por la propiedad de la gran cantidad de piedras que se retiraron de la zona central y se arrojaron a uno de los terraplenes, comprobamos que así era. Se trata de areniscas transportadas desde una cierta distancia al Sur expresamente para su construcción, confirmando de paso lo que Altadill dejo escrito sobre reciclaje del material pétreo.
• Materiales: un solo fragmento de cerámica manufacturada
• Circunstancias del hallazgo: Comprobación de Juan Mari Martínez Txoperena y Rafa Zubiria Mujika en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico de la calzada romana y su entorno.
• Localizado: Por Julio Altadill a principio del S. XX
• Valoración del yacimiento: Altadill nos decía refiriéndose a Mezkiritzperro y Billarostegieta (dos colinas cercanas) y a propósito de las investigaciones que llevo a cabo sobre la vía iter XXXIV en Aurizberri-Espinal, “Las dos en sus cresterías o mesetas no reducidas, se dedican al cultivo de heno, y en sus centros hay amontonados sillares informes, alternados con otros de frentes desbastados; esos sillares recogidos al labrar las tierras, son arrancados de las líneas de cimentación que a poca profundidad se hallan; de esta suerte, los vecinos que necesitan piedra para edificaciones, la tienen allí preferible a las lejanas canteras y además los prados de heno quedan exentos de lunares incultivables. No vacilo en reconocer que las posiciones defensivas de Iturrisa se hallaron situadas en estas dos crestas, porque en las vertientes meridionales de ambas han salido también constantemente líneas de cimentación en forma y disposición tales, que denuncian desde luego una población protegida por ambas fortalezas. La calidad de este material de construcción es arenisca roja, la cual (según los prácticos del país) se encuentra no cerca y representa un esfuerzo el aportarla a Espinal; para completar antecedentes, haré notar que un buen número de estos sillares presentan señal de calcinación, si bien dejo a salvo la época del incendio origen de este signo. Mas adelante dice “Dedicadas a cultivos diferentes las laderas de las dos colinas, han resultado estas las únicas tierras que en jurisdicción de Espinal han revelado la existencia de un pueblo anterior desaparecido, ofreciendo repetidamente a los labradores el obstáculo de unos muros de piedra enterrados, cimientos sepultados que si despertaron sorpresa, no llego a cristalizar en curiosidad, como tampoco pararon su atención ni se despertó la extrañeza a la vista de los fragmentos cerámicos que acompañaban a las ruinas de los pueblos extinguidos. La vía romana al ascender y tocar en Iturrisa brindaba al caminante el agua pura y cristalina de una fuente cuyo nombre de Iturrizar subsiste único y generalizado todavía”. Este topónimo existe pero no la fuente, que con motivos de la concentración parcelaria fue enterrada bajo la pista que asciende hasta Mezizperro (Mezkirizperro). Estos prados los habíamos prospectado hace muchos años por haber sido labrados para sembrar patata y recogimos cerámica que no supimos entonces identificar, pero desde la distancia, hoy diríamos que eran del hierro e incluso romana aunque no se conservó. La prospección visual de los terraplenes nos ofrecieron mas indicios, confirmando de alguna manera lo que D. Julio Altadill dejo escrito en su visita a principios del S. XX, la mayor parte de las piedras en estos terraplenes son areniscas amarillas y rojizas, transportadas hasta el lugar desde Asibar (al menos a un kilómetro y medio al sureste) donde afloran, puesto que Mezkirizperro se trata de un paraje de margas, arcillas y calizas pobres. Anteriormente hablamos con el propietario del terreno que nos informo de “la gran cantidad de piedras que salían al labrar estas tierras y que se retiraban a las ezpondas” , nombre que se da en Aurizberri a los setos que separaban las distintas piezas de labor y que en este lugar son especialmente grandes y de gran desnivel como corresponde a los terraplenes de un recinto fortificado. Comprobamos la existencia de una depresión en el punto donde debió estar el foso de la fortificación (al Norte y evidentemente colmatado), coincide con la alineación de los prados (como se aprecia en las orto fotografías históricas) que siguen la dirección de los terraplenes hasta llegar al foso donde se interrumpen. Revisamos los terraplenes de las defensas adelantadas y a pesar de la alteración sufrida a través del tiempo, se manifiestan con unas dimensiones de gran tamaño, denotando que su construcción se debió a un motivo diferente que el de un simple prado para uso agrícola. Como conclusión diríamos que efectivamente J. Altadill, vio estas evidencias cuando todavía los arados no profundizaban y por tanto no llegaban a destruir todo el substrato, posteriormente los tractores y la maquinaria pesada utilizada en la concentración parcelaria “limpio” estos indicios eliminando incluso algunos tramos de los terraplenes, que gracias a las orto fotografías históricas se pueden restituir, que tenemos seguridad que en este lugar estaría situado un poblamiento nativo a la llegada de los romanos, aunque no tenemos constancia de la posible romanización de esta fortificación como intuía Altadill.

Interpretación del recinto de Mezkirizperro

Interpretación del recinto de Mezkirizperro

Si bien en este artículo hacemos referencia a un espacio importante pero reducido del área pirenaica, podemos sin mucho riesgo, extrapolar estas observaciones a cualquiera de los demás valles vecinos, que eran rutas de trashumancia y penetración y había que controlar y proteger, de hecho, mas de 80 castros o recintos fuertemente fortificados en el área pirenaica, la mayoría de ellos inéditos, nos dan una visión totalmente diferente aunque previsible, de la organización que los vascones habían gestado desde la edad del bronce hasta la llegada de los romanos. Esta llegada no debió ser traumática, puesto que no destruyen pueblos y ciudades, mas bien, lo que se ve es una evolución en los mismos lugares, se abandonan los asentamientos mas agrestes en aras de una mayor comodidad y mejor aprovechamiento de la tierra y el agua, se construyen caminos de acuerdo con las necesidades romanas, caminos que condicionan fuertemente la forma de vida de los nativos facilitandoles seguridad y alternativas mas cómodas y productivas, pero no parece que tuvieran grandes pleitos entre ellos.

¿Que llevo a los vascones a no chocar con los romanos? es un enigma que invita a especular, intuyendo que disponían de medios suficientes para una larga resistencia… ¿que visión tenían los nativos pirenaicos sobre estos? o… ¿que acondiciones les ofrecieron y acordaron?, lo cierto es que hasta lo que sabemos, las fuentes clásicas no recogen grandes diferencias con los vascones, si acaso opiniones y visiones no siempre laudatorias, sobre las costumbres y formas de vida de los vascones, pero nada indica que se llevaran mal.

 

Bibliografía utilizada

 

Albertos M.L., Alava prerromana y romana, estúdios de arqueología alavesa, 1970

Almagro Gorbea Martin, El origen de los celtas en la península Iberica: Protoceltas y Celtas, 1992

Altadill  Julio,  Vías y vestigios romanos en Navarra, De Re Geographico-Histórica Diputación de Guipúzcoa, 1928, homenaje a Carmelo Etxegarai, págs. 465-566.

Andreu Pintado J. Armendariz Martija J. Ozkariz Gil P. Garcia-Barberena Unzu M. Jordan Lorenzo A. Una ciudad de los vascones en el yacimiento de Campo Real/Fillera (Sangüesa-Sos del Rey Católico), 2008

Aranzadi T. de. y  Barandiaran José Miguel de  , Exploraciones de prehistoria en las cercanías de Roncesvalles (Auritzberri-Espinal) y en Gorriti y Huici,MUNIBE, 1953, cuad 2º

Armendariz Martija J. DE ALDEAS A CIUDADES, El poblamiento durante el primer milenio a. C. en Navarra, 2008

Castiella A. La edad del Huierro en Navarra y Rioja, 1962

Estrabon, III, 3, 4, 10, 34, “ambas poblaciones, con Kalágouris, una de las ciudades de los Ouáskones” y otra cita como “esta misma región esta cruzada por la vía que parte de Tarrákon y va hasta los Ouáskones del borde del océano, esta calzada mide 2.400 estadios y se termina en la frontera entre Akyitania e Iberia” […] “Después por encima de la Jakketnia, en dirección al Norte, esta la nación de los Ouáskones, que tiene por ciudad principal a Pompelon, como quien dice “la ciudad de los Pompeios” (traducción de A. García Bellido)

Gaudeul Francis, Les enceites de type protohistorique des Pyréneés-Atlantiques, Archeologie en Aquitaine, 5, pp163-174

Jimeno Jurio José María, El mito del camino alto, Príncipe de Viana, 1973, pág. 34

Llanos ortiz de Landaluze A. La edad del Hierro y sus precedentes en Alava y Navarra, Munibe 1990

Michelena L. La Lengua Vasca y la prehistória, 1966

Salustio, hist. 3, 93 y Salustio, hist. 3, 86-87

Schulten A. Referencias sobre los Vascones hasta el año 810 después de J.C., 1927, pág. 226

Peñalver Iribarren Xabier , El hábitat en la vertiente atlántica de Euskal Herria, El bronce final y la edad del hierro, KOBIE, 1970, pp86-90

 

Primera acción para la puesta en valor de la nueva calzada romana

miércoles, 28 de agosto de 2013

El día 17 de agosto se desarrollo la primera tarea, para poner en valor la nueva vía romana que asciende a Ibañeta por el Valle de Artzi.

Consistió en la convocatoria de un «auzolan» (trabajo voluntario) en la localidad de Aurizberri-Espinal, con la intención de practicar una primera limpieza de vegetación en el recorrido de esta calzada.

A las 8,30 horas, 26 personas de diferentes edades acudieron a esta cita, pertrechados con las herramientas necesarias para llevar adelante la limpieza y desbroce del recorrido. Se organizaron tres equipos a los que se asignó sendos tramos, con el encargo de dejar el trazado ( previamente marcado), expedito de vegetación. La tarea se realizo animadamente, con un descanso para reponer fuerzas con el bocadillo  a las 10 de mañana y sin ningún contratiempo se terminó  el trabajo para las 13,30 horas.

Inicio junto a la carretera N. 136

Inicio junto a la carretera N. 136

 

Trinchera en el inicio de la ascensión  en Zubitxa

Trinchera en el inicio de la ascensión en Zubitxa

Después de este trabajo, se puede apreciar la evolución sufrida por este camino a través del tiempo, sobre todo en el tramo de Zubitxa (Zubitxa-rra?), muy alterado por las diferentes alternativas en la toma de altura, hacia la ladera de Asibar (donde aparecieron los miliarios) y donde el trazado original había sido abandonado por el abarrancamiento habitual de los caminos por falta de mantenimiento.

Aquí la calzada dibuja una amplia curva que se convierte en una gran trinchera, posteriormente se abandona cuando el camino deja de ser carretero y se convierte en camino de herradura, a la vez que desciende de nivel y se realizan nuevos tramos con desniveles mas fuertes que nunca lo mejoraron.

 

Trinchera en la curva alta del trazado original

Trinchera en la curva alta del trazado original

Trinchera en ladera de Zubitxa

Trinchera en ladera de Zubitxa

 

En esta zona se observa muy didácticamente la evolución habitual de las calzadas cuando se dejan de mantener, primero va desapareciendo la capa de rodadura que generalmente se componía de gravas finas y arena de rio, después aparecía el afirmado de materiales mas gruesos que rápidamente eran escupidos fuera de la plataforma, conforme la trinchera profundizaba, rodaban o aparecían grandes bloque de piedra (c0mo se ve en la fotografía) que entorpecían la circulación (ya de mulas) para terminar por abandonarse practicando otro camino paralelo hacia abajo y en nuestro caso una tercera trinchera todas de gran tamaño.

Este día pudimos observar un detalle significativo en el lugar donde se localizaron los miliarios, como fue hallar una cruz grabada en una piedra arenisca, como testigo (quizás) de la cristianización del lugar en época temprana.

 

Cruz gravada en el lugar de los miliarios de Asibar

Cruz gravada en el lugar de los miliarios de Asibar

 

Legando al collado de Iratzetakolarre

Llegando al collado de Iratzetakolarre