Visión crítica sobre el estado de la cuestión.
Muchos y buenos artículos se han publicado últimamente, sobre las comunicaciones que articularon el territorio de los vascones y nosotros queremos aportar nuestro pequeño grano de arena en este asunto, por otro lado importante en el devenir histórico de nuestra tierra, siendo como fueron autopistas por donde circularon además de mercancías y personas, pueblos, culturas, ideologías, lenguas, costumbres y religiones.
Después de cinco años de investigaciones sobre una calzada que en principio creíamos no referenciada por las fuentes clásicas nuestra visión ha cambiado. Hoy si la creemos citada por los diversos documentos, el problema radicaba en la distinta identificación de su recorrido.
La inercia creada por los antiguos investigadores sobre determinados recorridos, han generado un problema, que sin una sola prueba arqueológica, ha dado evidencia a un recorrido y ha traspasado la carga de la prueba a quien quiera demostrar un trazado diferente.
Nos estamos refiriendo a la calzada que por Artzibar alcanza Errozabal (ALTADILL, 1928; ANDREU, 2017)) en la llanada de Roncesvalles donde se ubica Zaldua, un poblamiento romano de gran importancia arqueológica y aún mayor importancia estratégica en época romana para el paso del Pirineo.
Este tramo reconocido al 100% desde Iturrotz-Villaveta en (Longida) hasta Donazaharre-Saint jean le Vieux, nos ha proporcionado evidencias tan importantes como 6 miliarios, 4 de ellos con epígrafes y tres importantes asentamientos romanos, uno de ellos republicano y dos altoimperiales de larga secuencia temporal, Iturrotz, Artzi y Zaldua (GARCIA ET AL, 2016) , nos faltan sus reducciones pero no la confianza de su futura identificación.
Hoy la geo localización y el traqueado digital de estos caminos es fácil así como su medición, eso nos ha llevado a comprobar que las distancias aportadas por el Itinerario de Antonino, en la practica, son difíciles de casar, así que nos conformamos con aproximarnos e intentar su confirmación por métodos arqueológicos.01
Tenemos una datación por Carbono 14 de la calzada en Zaldua (Auritz-Burguete) de 2036 ±30 [1], coherente con las recogidas en Donazaharre-Saint Jean le vieux identificado como Immus Pyrenaeus por J.L. Tobie (TOBIE, 1982) y coherente también con la construcción por Augusto de esta calzada desde Caesaraugusta entre el 9 y 4 a. C. (ANDREU, 2017)
Por el contrario en el Camino de Santiago, insistentemente señalado como el trazado de la Iter XXXIV, pese a estudiarlo con verdadero interés, no hemos podido reconocer ni una sola evidencia, lo hemos intentado con la prospección del recorrido, el área donde se localizaba la Venta del Puerto ya desaparecida entre Zubiri y el alto de Erro, el seguimiento de obras en Zubiri, incluso con el seccionado arqueológico de una plataforma anterior a la carretera actual. Tampoco las pendientes reconocidas nos animan a considerarlas romanas, aunque evidentemente es un antiguo e importante camino.
Existen alusiones de restos de calzada en el alto de Erro (PEREX, UNZU, 1990), los conocimos en su día, pero mas parecía un empedrado con el objetivo de sanear el portazgo que en su día hubo en este camino en este mismo lugar, en nuestra opinión, estos restos son modernos.
Pero existe un argumento que nos hace descartar o al menos cuestionar seriamente este recorrido, los técnicos de Augusto planifican y proyectan estas calzadas desde Caesaraugusta.
Así ya implantada la Pax por Augusto y poco antes del cambio de era, el Princeps Octavio Augusto, acomete un importante programa para la construcción de vías fundamentales en la articulación de esta parte del imperio, la Tarraco-Oiasso (ESTRABON,3,4,10) que comunicaba el Mediterráneo con el Cantábrico, posiblemente ya adelantada antes de Augusto (MAGALLON,1990), la Ab Asturica Burdigalam (iter XXXIV) que facilitaba la comunicación de Asturica Augusta con la Galia. De paso con la Beneharno, pone en comunicación Zaragoza y el Bearn por el Pirineo central (MORENO, 2009) y muy posiblemente el ramal que uniría por Cara, Caesaraugusta con Pompaelo (ANDREU, 2017), ya para entonces convertida en una importante ciudad vascona.
Recapitulando: Si ya tenemos la Tarraco-Oiasso por el piedemonte pre pirenaico de Sureste a Noroeste y tenemos la Ab Asturica Burdigalam que convergen junto a Pamplona, no vemos, – como los romanos tampoco habrían visto- la necesidad de tender una calzada por Esteribar, que tenía que superar dos puertos como Erro y Mezkiritz, cuando ya tenían solucionado el trayecto por Artzibar sin ninguno.
Existiese ya o no la Tarraco-Oiasso, tendrían una parte importante del recorrido solucionado al menos desde Iturrotz (Longida) hasta Arre, por tanto Iturissa y Summo Pyreneo debemos buscarlos en el pasillo de Artzibar para lo que ya tenemos tres alternativas, Iturrotz, Artzi y Zaldua.
No seremos nosotros quienes pongamos nombre a ninguna mientras no tengamos una confirmación epigráfica, si aportaremos argumentos para la comprensión del territorio y las condiciones de vida en la época romana como en la actualidad.
Salvando ciclos climáticos en los que las nevadas han sido mas o menos copiosas, el clima de la zona no ha variado fundamentalmente desde la época romana.
Si en la actualidad el collado de Ibañeta ofrece unas duras condiciones climáticas, igual que se daban en 1132, como para que el hospital que el Obispo de Pamplona, D. Sancho de Larrosa, había construido en 1127 se abandonara y se construyera otro en lugar mas protegido como es la ubicación actual de Orreaga-Roncesvalles. En época romana tampoco sería un buen lugar para instalar el Summus Pyrenaeus, aunque si para instalar un altar a los dioses manes -o por ejemplo el supuesto trofeo de Urkulu- como punto mas alto de la calzada, de hecho la recuperación por L. Vázquez de Parga en 1951 en excavación arqueológica de un fragmento de ara al Sol Invicto vendría a confirmarlo, como confirma la calzada, los dos miliarios que hallamos 400 m al sur del collado.
Tampoco lo sería en épocas históricas, pero en estas cubría una vital necesidad como refugio de peregrinos, en un momento de gran popularidad de esta practica en la Edad Media, de ahí la existencia del monasterio de San Salvador y que sus restos llegaran hasta el s. XX como ermita.
Todo esto nos lleva a cuestionar también el collado de Ibañeta como el lugar donde se asentara el Summo Pyreneo. Lo mismo que la identificación de la calzada discurriendo por Luzaide nos da motivos como para poner en duda la torre de Urkulu como trofeo romano.
En general se alegaba como motivo de su ubicación en Urkulu, que era un lugar señalado y visible desde la calzada que discurría por Bentartea y Lepoeder, cuando lo cierto es que por estos lugares nunca discurrió una calzada romana. Si acaso, una ruta pecuaria que sin duda, habrían utilizado las legiones en la época de la conquista, como los nativos la siguieron utilizando y muchos peregrinos en épocas históricas también.
Se ha mantenido el carácter de trofeo romano aún después de las excavaciones llevadas a cabo los años 1989-1990 (MEZQUIRIZ, 1992), trabajos que no aportaron la mas mínima prueba material de época romana, interpretando como altar de consagración del monumento los restos de una simple chabola abierta al Norte, donde cocinaran los militares acantonados en el lugar a finales del s. XVIII (de los que si hay pruebas), habida cuenta, que el recinto donde se cobijaban solo tenía un hueco, la puerta orientada al Sur, el cocinar dentro sería un verdadero problema.
La falta de materiales metálicos romanos no nos extraña, por ser terreno abonado para los detectoristas clandestinos, pero si la ausencia total de materiales cerámicos, o la extraña tipología de la talla y mampostería a base de ripios, no nos parece romana se mire por donde se mire.
Somos conscientes que esto que decimos nos costará aceradas críticas, es un debate que no se puede cerrar en falso, pero en muchos años no hemos visto ninguna revisión crítica de la hipótesis que desarrollaron los encargados de la excavación e interpretación de estos trabajo, la hipótesis es muy romántica pero carece de evidencias arqueológicas. La visión tradicional parte de una hipótesis teórica, al dar por sentado el paso de una importante calzada romana por estos puertos hoy demostrada errónea.
Volviendo al Summo Pyreneo, si como hemos argumentado, el lugar no tenía las condiciones como para instalar una mansión, quizás debamos buscarla en Zaldua y por tanto Iturissa en Artzi o Iturrotz. Ya hemos comentado que de ninguna manera vamos a conciliar exactamente las distancias del Itinerario de Antonino pero al menos las aproximamos, y tenemos una idea mas clara para confirmar o no nuestras propuestas, si vamos atando cabos es posible que en un futuro cercano contemplemos este territorio con una visión menos hipotética, mas científica y real, hará falta afición porque trabajo no va a faltar y en el Pirineo navarro hacen falta alicientes patrimoniales de este tipo que los hay, y habrá que descubrirlos .
Esto es a grandes rasgos, una serie de observaciones críticas producto de las investigaciones sobre las vías romanas y antiguos caminos llevadas a cabo estos últimos años en el Norte de Navarra, que están conformando una visión mas real de este territorio en época romana, como zona de paso importantísima, con un potencial desconocido, pero que lo intuimos extraordinario, aunque solo fuera como canal de culturas y gentes en todas las épocas, también en las históricas.
[1] Resultado del análisis realizado por The Angström Laboratory /Tandem Laboratory de Uppsala Universitet, el 14-11-2014, sobre una muestra de un sondeo geoarqueológico en la calzada Zaldua (Auritz-Burguete)
Bibliografía utilizada:
ALTADILL J.
1928, Vías y vestigios romanos en Navarra, De Re Geographico-Histórica. Diputación de Gipuzkoa, homenaje a Carmelo Etxegarai.
ANDREU PINTADO J.
2017, El territorio vascón y sus ciudades en la era de Augusto, Gerión, vol.35, nº esp. 551-569
ESTRABON, 3,4,10
GARCÍA-GARCÍA, E, MTZ. TXOPERENA JM, SALA R, ARANBURU A, AGIRRE J.
2016, Magnetometer Survey at the Newly-Discovered Roman City of Auritz-Burguete (Navarre). Result and Preliminary Archaeological Ynterpretation. Archaeol.prospect. 23, 243-256.
MAGALLÓN BOTAYA, M. A.
1990, Organización de la red viaria romana en el valle medio del Ebro, Simposio sobre la red viaria en la Hispania Romana, Turiaso, 301-315
MEZQUIRIZ IRUJO, M.A.
1992, La Torre Trofeo de Urkulu, Segundo congreso anual de Historia de Navarra Príncipe de Viana, anejo 14, 109-115.
MORENO GALLO I.
2009, Item a Caesarea Augusta Beneharno, Centro de estudios de las Cinco Villas, Institución Fernando el Católico, 59-62
PEREX AGORRETA M. J. UNZU URMENETA M.
1990, Emplazamiento de Iturissa, Mansio en la Vía Astorga a Burdeos, Simposio sobre la red viaria en la Hispania romana, 373-384
THE ANGSTRÖM LABORATORY/TANDEM LABORATORY DE UPPSALA UNIVERSITET. 14-11-2014.
TOBIE, J. L.
1982, Le Pays Basque nord et la romanisation (1er siècle avant J.- C. 3e siècle ap J.- C.), Bulletin Musée Basque, 95,1-36
Me tiene por fuerza que sorprender lo que dice el autor sobre el error (durante años tan aceptado, y aún hoy) de colocar en Espinal tanto el paso de la vía XXXIV como «Iturissa» (lo correcto es «Eturissa»), transcribo: «…pero en muchos años no hemos visto NINGUNA revisión crítica de la hipótesis que desarrollaron los encargados de la excavación e interpretación de estos trabajo, la hipótesis es muy romántica pero carece de evidencias arqueológicas. La visión tradicional parte de una hipótesis teórica, al dar por sentado el paso de una importante calzada romana por estos puertos hoy demostrada errónea…» Porque en 1997 (hace nada menos que 20 años) publiqué un extenso estudio sobre las ciudades vasconas, que atendía también a las calzadas y los miliarios en todo el territorio. Y en él claro que hice las pertinentes críticas a la hipótesis de Espinal, incluyendo su alternativa más lógica (recta de Pamplona al norte, a Oiassó, por el alto de Velate). Y además no se publicó en algún boletín local donde pudiera pasara desapercibido. Dejo, para una mejor información de los lectores, la sección correspondiente de la versión digital de 2004 de aquel estudio: http://www.tierravascona.info/aliciacanto/vascones_eturissa.htm . En otras se encuentran los mapas correspondientes, como éstos: http://www.tierravascona.info/aliciacanto/mapa_miliarios_calzadas.gif (miliarios y calzadas), y http://www.tierravascona.info/aliciacanto/figura_13.jpg (nuevas ciudades atribuídas y calzadas). El trabajo original está en https://www.academia.edu/1136888/La_Tierra_del_Toro._Ensayo_de_identificaci%C3%B3n_de_ciudades_vasconas
Estimada A. Mª Canto, me agrada que este pequeño artículo haya llamado su atención, conozco sus trabajos sobre los vascones y vías romanas, sobre todo en Navarra y sigo los debates y comentarios en las redes digitales, aunque no intervengo asiduamente, tanto es así que un importante trabajo que tenemos adelantado fue precisamente como resultado de la reducción de Eturissa con Iterrizokoa que usted defiende, la hemos estudiado con atención, pero no hallamos evidencias, de todas formas seguimos con este tema.
En cuanto al párrafo del artículo que usted alude, se refiere solo, al supuesto monumento de Urkulu y la interpretación que se hizo de los resultados de la excavación, no al paso de la calzada por Espinal fuera de toda duda,la publicación sobre esta calzada esta en imprenta y saldra en pocos días.
[…] Ἰτούρισσα: Iturissa, Turissa (It. Ant.); Iturisa (Raven. 311.14). Si bien existe una amplia bibliografía que la ubica en las proximidades de Aurizberri–Espinal (Na). (Unzu Urmeneta, M. & Pérex Agorreta, Mª J. «Emplazamiento de Iturissa, Mansio en la vía de Astorga a Burdeos», Simposio sobre la red viaria en la Hispania romana, 1990, págs. 373-384) • Unzu, M & Peréx, Mª.J., «Necrópolis y poblado de época romana en Espinal (Navarra)», TAN, Nº 13, 1997‑98, pags. 75-156.) la nueva propuesta para el trazado de la calzada que unía Pompelo con el Pirineo abre la posibilidad de una localización alternativa, tal vez en el valle de Arce-Artzibar (ver las reflexiones de J. M. Martinez Txoperena en su blog) […]