Esta localización, primera en el término de Aurizberri-Espinal, es una buena noticia y evidencia la ocupación de la llanada de Errozabal en la edad del hierro, pocos monumentos funerarios se han conservado en esta, pero la posibilidad de que estas tierras en la antigüedad se utilizaran para la agricultura es lógica, no podía ser de otra manera, localizándose unas poblaciones como Iturissa y Ateabaltsa aquí y esta practica tuvo que hacer desaparecer mas de una manifestación funeraria. De hecho, cuando en 1925 estubieron José Miguel de Barandiaran y Telesforo de Aranzadi excavando estos dólmenes, ya dejaron claro, la gran alteración que encontraron en estos monumentos y sobre todo en los de Otegi y Urritzmunu.
De época neolítica y calcolítica, tenemos numerosas evidencias en forma de talleres en superficie y miles de piezas de sílex y otros elementos líticos recogidos en ellos, son los de Antsobi (Auritz), Baratzeko Erreka, Iruerreka, Onbortzeta (Auritz), Otegi 1-2-3-4 y 5, tres mas en Oyarzabal y otros en Soroluzea (Orreaga) y Urritzmunu, algunos con gran cantidad de industria lítica.
En esta llanada de Errozabal están catalogados los dólmenes de Artzilo 1 y 2, Baratzeko Erreka, Dondoro, Erlebizkarra, Otegi, Urdantzarreta, Urrizmunu y Urrobi 1, túmulos en Xoringoa y Urritzmunu y un menhir en Oianhondo pero no se había localizado ningún crómlech, lo que creaba la incógnita de su ocupación en época protohistórica hasta la llegada de los romanos.
Este hallazgo nos confirma esta percepción, y ademas facilita evidencias para pensar que en este lugar pudo haber otros crómlechs que han desaparecido por la humanización pues este collado estuvo atravesado por un viejo camino, con dos grandes trincheras, muy utilizado hasta los años 60 del siglo pasado, trincheras que sin duda favorecieron la destrucción de algunos cromlechs, al menos los ortostatos de areniscas triásicas que se ven en el entorno, así parecen insinuarlo, pues estas piedras están transportadas desde una cierta distancia al sur, probablemente con una finalidad ritual.
De todas formas, este collado de Urritzmunu tuvo una larga secuencia temporal de utilización, tanto de habitación como funeraria, en la zona norte cuyas tierras se utilizan para fines agrícolas de propiedad particular, existió un lugar de habitación que llamamos «taller de superficie» donde se recuperó abundante material lítico tallado, con piezas de sílex finamente retocadas, hachas pulimentadas, algunas evidencias de cerámicas manufacturadas y un túmulo. La zona sur de este collado es terreno comunal del concejo y en los últimos años se roturó también para su utilización agrícola, quedando la parte central de él reservado por la poca utilidad para este uso, esto es lo que ha permitido que se conservara al menos este crómlech, tiene 8 m de diámetro y 13 testigos de arenisca rojiza, escogidos y transportados expresamente para esta función desde una cierta distancia, pues en el lugar afloran margas y calizas.
[…] como ejemplo la costumbre europea del crómlech como espacio ritual, que llega desde el norte, se adopta en el área pirenaica y al aspecto ritual que traía, se le […]