APORTACIÓN AL CATÁLOGO PROTOHISTORICO DE NAVARRA
COMENTARIO
Presentamos cuatro nuevas localizaciones de recintos fortificados inéditos en Deierri y Guesalaz, como aportación al catálogo del poblamiento protohistorico de Navarra.
En esta comarca se conocen un buen número de castros, algunos muy conocidos como el Opidum de Altikogaña por los materiales recuperados, que nos hablan de problemas ya en época romana, entre partidarios de Sertorio y de Pompeyo, por más, que parece que tienen mayor interés estos asuntos, que el conocimiento de como vivían los antepasados nuestros, los vascones que habitaban estos pagos.
Echamos en falta, investigaciones arqueológicas más ambiciosas que las meritorias promovidas y realizadas por Javier Armendariz en su tesis doctoral, con el estudio y catalogación de 261 poblados de la Edad del Hierro en Navarra.
Es en esta comarca, donde apreciamos la existencia de recintos castreños con mas y mejores evidencias, para su excavación y puesta en valor, nos damos perfecta cuenta que este hecho se da por las enormes dificultades que la geografía ha impuesto, evitando en cierto modo, el saqueo de materiales pétreos en estos emplazamientos, esto lo consideramos como un atractivo añadido en el caso de su puesta en valor y en una zona necesitada de alicientes diferentes y sostenibles.
RECINTO FORTIFICADO DEL ALTO DE IRURRE-EL ROMERAL, GUESALAZ
Los restos que presentamos, no son más ni menos, que los que vemos en la mayoría de poblados de la Edad del Hierro, aunque con alta probabilidad, de que su fase inicial se remonte al Bronce.
No damos mas relevancia a este lugar, que la que pudiera corresponder a cualquiera de los asentamientos protohistóricos de esta comarca de Deierri y Guesalaz, muchos de ellos en altura y bien fortificados como corresponde a una zona donde la agricultura ocuparía las tierras más productivas y esta población, tendría la necesidad de refugio en periodos de inestabilidad.
La proximidad al contexto urbano actual de Irurre, sin duda, ha condicionado el estado de sus evidencias y la dimensión de las estructuras que han perdurado, más, cuando la localidad actual, pudo ser consecuencia del castro situado en el Alto de Irurre.
La raíz Iri-Iru del euskera hace referencia a un lugar habitado antiguo y lógicamente, podemos pensar que este fuera trasladado de la altura inmediata del alto del Romeral o de Irurre al pueblo actual.
Decimos que esta cercanía ha condicionado las evidencias actuales, puesto que lo normal en estos casos ha sido, el reciclado de los materiales pétreos de sus murallas, acción que habitualmente denominamos expolio, cuando es una herencia de los antepasados, que tendría difícil explicación si no se hubiera utilizado.
Así pues, apreciamos este mal llamado expolio pero también apreciamos, el respeto mantenido a través del tiempo sobre la estructura del túmulo funerario, al menos, hasta la apertura de la cámara, aparentemente sin retirada de materiales, detalle que a nuestro juicio denota respeto a los antepasados.
Túmulo funerario
El tiempo transcurrido y el uso dado al paisaje, con el escalonado de sus laderas para la agricultura (hoy en desuso) y el mas que probable uso forestal y ganadero del resto, ha influido alterando el recinto, sus defensas, fosos y accesos, obligando a una interpretación comparada con otros recintos fortificados de su época y entorno.
Su localización en el extremo de una loma, obligó a dotarlo de un foso que dificultara el acceso a la puerta de entrada al recinto, esta se situaría al sur, obligando el paso por el fondo del mismo en el sentido de las manecillas del reloj, la existencia de esta estructura nos sugiere esta solución por comparación, pues la agobiante vegetación, no nos ofrece la mínima posibilidad de comprobación sobre el terreno.
Escarpe meridional
El escarpe natural del perímetro meridional y occidental del recinto, no necesitaba de grandes obras, solo habría necesitado de una pequeña empalizada de estacas y algún pequeño cierre de refuerzo entre peñas para mantener una seguridad suficiente, es por el norte donde las evidencias nos indican las potentes obras de poliorcética, aunque los restos que apreciamos están fuertemente consolidados y cuesta distinguirlos.
Derrumbe de la muralla y túmulo en recinto auxiliar
El estudio del medio, nos permite comprobar la existencia de un manantial cercano (Fuente de las palomas), diversos pequeños cursos de agua, sin olvidarnos de la cercanía del río Ubagua, suficientes para haber abastecido una población como la que sin duda se asentaba en este castro.
Estando dotado entre otros aspectos, de una centralidad con gran dominio visual, en una comarca de agreste orografía y abundantes y diversas manifestaciones coetáneas, denota la riqueza del medio para el sostenimiento de los grupos humanos asentados en ella.
Su localización en la llamada zona media de Navarra, a caballo entre las llanuras de la Ribera por el sur, tierra Estella con la sierra de Lokiz al sur y oeste, las sierras de Urbasa-Andia al oeste y Saldise-Sarbil al norte, son tierras de transición, muy productivas siempre, con recursos naturales suficientes como para mantener una autonomía suficiente en su población.
Entorno con la localización del castro de Murumendi
Es verdad, que en esta comarca y entorno no apreciamos esa población asimilable a un Opidum, aunque si, poblados de cierta dimensión como para articular el territorio, si comprobamos, la existencia de rutas pecuarias muy antiguas, algunas que han llegado hasta nuestro tiempo como Cañadas, en transito hacia las sierras antes nombradas.
Dignas de tener en cuenta son las características orográficas, donde hallamos parajes amables y despejados, junto a otros quebrados y escabrosos con unas condiciones inmejorables para la protección y defensa en caso de necesidad. Sospechamos que esta fue necesaria en algún momento, al localizar, recintos fortificados en el entorno como Azketa (Ibiriku), Gazteluzar, Muru (Iturgoien) o Castillo de Oro (Salinas de Oro), de gran incomodidad pero insuperable protección defensiva, así topamos, con lugares de refugio, de control, santuarios rituales, en fin, todos los aspectos que sin tener por que ser contemporáneos, se esperan encontrar en esta época.
Interpretación ideal del Alto de Irurre
Situado a la izquierda del río Ubagua, encima del estrechamiento donde se construyó la presa del pantano de Alloz, justo al otro lado hacia el oeste, se localiza el poblado de Murumendi a un kilómetro en línea recta ; Otro recinto vecino pero de diferente carácter, es el santuario de San Kiriako o Quirico a 1.200 m. al sureste, ambos catalogados por J. Armendariz en su tesis doctoral (Armendariz, 2008).
Localización de la peña de San Kiriako, probable santuario
Se encuentra conectado visualmente con un buen número de recintos fortificados cercanos, como los antes nombrados y más lejanos como Iruñuela, Azpeta, Murugarren, Peña Monte los Frailes (Yerri), Errezumendia (Guesalaz-Yerri), San Cristobal (Guirguillano), Murugain (Arzoz-Guesalaz), Lorkazarra (Lorca-Yerri) Gazteluzar, Muru (Guesalaz), Bardagorria, Altikogaña (Eraul-Yerri) y sobre todos Monjardin (Yerri), estos y algunos más lejanos, dan a este emplazamiento una relevancia superior que la que deja entrever su estado actual, al menos, dentro de un esquema organizativo y de control de esta comarca.
Si en el ámbito de Guesalaz y Yerri, este emplazamiento tuvo un papel relevante, fue dentro de una organización de control mas amplia donde sería fundamental, sobre todo en la tarea de la comunicación, el estar visualmente conectado con castros como Monjardin, observatorio estratégico dominante de la practica totalidad de Tierra Estella y parte de la Ribera, correspondería al Alto de Irurre repartir esta comunicación hacia el norte, como enlace necesario con los valles de Ameskoa, Goñi y Ollo, las sierras de Lokiz, Urbasa, Andia, Sarbil para trasladar esta información a Sakana, vertiente cantábrica, cuenca de Pamplona y valles pirenaicos.
Aunque esto no pasa de ser una mera hipótesis, no nos cabe duda, que existieron zonas o gentilicios organizados, de manera, que el control del territorio fuera total, es posible que nuestra forma de ver esta época, no coincida plenamente con la realidad pero tenemos detalles para creer en una organización territorial amplia y extensa.
Pongamos como ejemplo las sierras Urbasa, Andia, Aralar, que llegan a nosotros como comunales de todos los navarros, no es un invento ni siquiera histórico, proceden de la prehistoria y ha mantenido este carácter a pesar de los múltiples intentos de apropiación por personas o poderes particulares a través de la historia.
Este hecho, lo vemos como producto de acuerdos y pactos antiquísimos donde tanto las gentes de la Ribera, tierra Estella o Roncal tenían los mismos derechos, por más que los nativos congozantes se aprovecharan de su cercanía, como también tenemos, el ejemplo de Las Bardenas Reales con parecido status.
Estas reliquias, nos están indicando esa organización territorial amplia, si fue tribal o no, es lo de menos, pero nos explica que el territorio que los romanos adjudicaban a los vascones estaba ya bien organizado.
De todas formas, en Navarra no disponemos de datos arqueológicos amplios de esta época, tenemos yacimientos importantes como el Alto de la Cruz en Cortes (Taracena y Gil Farres, 1951; Maluquer de Motes et ali, 1988-1990), con gran información (la mayoría de ellos en el sur), que salvando las diferencias geográficas pueden servir para analizar y comparar formas de vida, pero la enorme diferencia en el paisaje, los recursos disponibles y la dispersión de los asentamientos, indican diferente organización, quizás, élites mas organizadas para la guerra, para las largas distancias, mas acostumbradas al uso del caballo y la lucha en campo abierto.
¿Es posible que existiera un órgano con capacidad de coordinar todo el territorio?
No lo sabemos, tampoco la historiografía teórica ofrece demasiadas certezas, con el eterno debate generalista sobre los vascones, etnias, idiomas y resabios políticos, terminan por difuminar el verdadero objetivo y volvemos a una carencia científica preocupante, aunque históricamente sabemos, que la convivencia étnica, lingüística y religiosa, se ha dado sin problemas durante largos periodos y en la protohistoria esta se habría dado como consecuencia del cambio climático antes de la Edad del Hierro, las migraciones que habría provocado y el trasiego de tecnologías que esto generaba, no es muy científico señalar a los romanos, como prueba de la existencia del pueblo vascón en un territorio, para a continuación, poner en duda el ámbito, lengua, costumbres etc.
Había una poderosa razón, como eran unos intereses comunes que sin duda cohesionaban a las gentes que habitaban un territorio, no lo sabremos con concreción, pero los intuimos con los hábitos y costumbres que han llegado hasta nuestros días.
Ficha técnica
LOCALIZACIÓN
Término municipal de Guesalaz
TOPONIMIA
El Romeral, Alto de Irurre
CONTEXTO PAISAJISTICO
Orografía muy quebrada, con matorral, plantas aromáticas, monte bajo y piezas de labor abandonadas.
HISTORIOGRAFÍA
Inédito
DESCRIPCIÓN
Este recinto, de forma alargada irregular, con eje de suroeste a nordeste, foso en este extremo visible aunque cubierto de vegetación y algo colmatado, no presenta graves afecciones y previsiblemente, conservará estratigrafía en buen estado.
TIPOLOGÍA
Núcleo de población
Superficie fortificada: 12.500 m2
Perímetro fortificado: 750 m
Eje máximo: 195 m
Eje mínimo: 53 m
Cronología: Hierro
Emplazamiento: Extremo de loma
USO DEL SUELO
Polígono: 2, parcela rústica 708 (sub-parcela A)
Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: coscojal (Quercus coccífera), -Recinto 29486
Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: matorral mediterráneo, Recinto 29311
Grupo: Forestal no arbolado, Cobertura principal: enebral (Juniperus s.p.), Recinto 29489
Grupo: Frondosas, Cobertura principal: Quejigo (Quercus faginea) Recinto 29409
INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN
Otro mas de los yacimientos que conformaban el control territorial en las zonas montañosas vasconas, con gran dominio visual, en conexión directa con un buen número de castros tanto de Deierri como de Guesalaz, teniendo muy cercano el emplazamiento de la peña de San Kiriako y Murumendi (nº 166 y 169 de Armendariz, 2008), que como bien da a entender este autor en su tesis doctoral, se trataría mas de un centro para el culto que de habitación, sin descartar esta.
Un elemento importante a valorar en este poblado es el túmulo (en nuestra opinión) funerario, que aunque con muestras de violación, se conserva en buen estado dentro del recinto fortificado auxiliar, hecho que aunque no de manera habitual, se repite en algunos poblados.
MATERIALES
Sobre el terreno vemos restos de molinos barquiformes y abundantes restos cerámicos manufacturados, fácilmente identificables como del hierro I, cocidos en horno reductor, solo observamos decoración en algún pequeño fragmento de borde.
Fragmento de molino en arenisca
Fragmento de vasija manufacturada
Fragmentos de ceramica manufacturada
Fragmentos de bordes de vasija
CONSERVACIÓN
Parece buena pues no se observa utilización agrícola, la muralla derruida se aprecia muy integrada y consolidada en el terreno, el foso aunque algo colmatado se distingue razonablemente. El recinto auxiliar que lo interpretamos como un espacio económico posterior, deja el foso integrado dentro de la fortificación.
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO
Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos. Comprobado: El 2 de septiembre del 2016.
BIBLIOGRAFÍA
http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Alto+de+Irurre
CASTRO FORTIFICADO DE AZPETA, IBIRIKU, DEIERRI-YERRI
Recinto de Azpeta sobre el mapa de relieve, SITNA
COMENTARIO
Poblado fortificado en loma amesetada de altura, caracterizada por disponer de fuertes escarpes verticales en gran parte de su perímetro, solo la parte norte necesitó de protección artificial y esta la solucionaron con una potente muralla reforzada con otra de menor entidad unos metros mas al norte, habilitando un espacio intermedio a modo de foso.
Interior de la muralla
El emplazamiento de este poblado fue escogido, ademas, de las excelentes condiciones para su fortificación y la gran disponibilidad de materiales, por la defensa estática que suponía las condiciones pedregosas del terreno, literalmente cubierto de bloques de piedra de todos los tamaños, de tal manera que en la actualidad se aprecia como un impresionante campo frisio, donde circular fuera de senda, sigue siendo un problema.
Muralla al norte del poblado
La muralla principal se conserva en relativo buen estado, con aparejo de sillarejo en seco con bloques informes de calizas del lugar, con un espesor irregular de aproximadamente 3-3,5 m de anchura, donde comprobamos la existencia de restos de habitáculos adosados a la misma.
La muralla con habitación adosada
En el escarpe oeste necesitaron reforzar algún punto concreto con paredes de cierre y en la base de todo el escarpado oeste y sur, comprobamos la existencia de abrigos bajo roca que se han utilizado hasta nuestros días para usos pastoriles, sugiriéndonos un uso también humano en tiempos prehistóricos y quizás mas cercanos.
Abrigo habilitado en la actualidad
Dispuso de dos manantiales, Iturmina al Este e Iturtzeta al Oeste a corta distancia, con lo que solucionaban sus necesidades de abastecimiento, también disponía de gran visibilidad sobre Yerri y Guesalaz y conectaba con un amplio número de castros, por contra su localización en las estribaciones meridionales de la sierra de Urbasa le limitaba el dominio visual hacia el norte.
Por lo que apreciamos, parece que el acceso se hacia por el borde occidental desde el norte, conduciendo el recorrido por el espacio entre muros hasta la puerta en el lado oriental, la puerta estaría protegida por una torre y potente muralla pero las condiciones de los restos no nos permiten concretar el tipo de entrada, si vemos una intención de hacer circular por el borde del acantilado por un espacio estrecho donde no se pudieran acumular fuerzas.
A 600 m. al noroeste en linea recta se localiza un extraño emplazamiento, en principio contemporáneo, que interpretamos como un observatorio de vigilancia y control de la vía pecuaria hacia la sierra de Urbasa, aprovecha el agudo espolón de la Peña del Fraile situada encima del monasterio de Irantzu, fortificado con un pequeño paño de muralla donde adosaron tres o cuatro espacios de habitación.
Ficha técnica
LOCALIZACIÓN
Término municipal de Deierri-Yerri
Coordenadas:
TOPONIMIA
Azpeta
CONTEXTO PAISAJÍSTICO
Escarpe calizo vertical al Este, Oeste y Sur, conforman una plataforma ligeramente inclinada, la superficie es pedregosa y esta cubierta por carrascas. Las zonas bajas de estos cortados forman abrigos de inmejorables condiciones, presumiblemente han sido utilizados por el hombre como lugar de habitación y se han utilizado hasta nuestros días como rediles y cercados para ganados.
HISTORIOGRAFÍA
Inédito
DESCRIPCIÓN
Bonito castro donde la mayor parte de la fortificación es natural aprovechando los altos escarpes verticales que presenta la roca en tres lados de su perímetro. El recinto principal se cierra con una doble muralla, la principal de 3,50 m de anchura y varios metros de altura de la que todavía se aprecia hasta dos metros en tramos tanto al exterior como al interior, a una anchura aproximada de 6 m, existió otra de menos entidad que aparece derruida, con un espacio intermedio a modo de foso. El espacio principal tiene adosado otro recinto secundario pero también fortificado con otra muralla hoy derruida.
TIPOLOGÍA
Núcleo de población
Superficie fortificada: 7.250 m2
Perímetro fortificado: 419 m
Eje máximo: 154 m
Eje mínimo: 43 m
Cronología: Hierro
Emplazamiento: Terraza colgada
USO DEL SUELO
Polígono: 36; Parcela rústica: 147 (sub-parcela A)
Grupo: Frondosas; Cobertura principal: Carrasca (Quercus rotundifolia); Recinto 25005
INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN
El poblado se asienta sobre una superficie rocosa relativamente plana, de inmejorables condiciones para su utilización defensiva, denotando que la superficie original extremadamente pedregosa sirvió de cantera para la construcción de las murallas y las estructuras habitacionales que se aprecian adosadas a la muralla. Fuera de las zonas protegidas ocurre todo lo contrario, el suelo esta totalmente recubierto de piedras de todos los tamaños entorpeciendo sobre manera la aproximación al poblado. Creemos que el acceso se realizaba por el norte, al borde del escarpe oriental, donde la muralla principal presenta un reforzamiento en anchura y también en altura ante la cantidad de piedra existente en el lugar, la muralla se interrumpe antes de llegar al borde donde se aprecian indicios de paredes y de calzada. También bajo los cortados rocosos, existen unos abrigos perfectamente habitables, sin poder precisar una cronología, se reconocen varios ámbitos delimitados con muros.
El castro mantiene un gran dominio visual en contacto con otros de Yerri y de Guesalaz.
MATERIALES
No hemos recogido ningún material.
CONSERVACIÓN
En muy buen estado, se reconocen estructuras, tanto de las murallas como de habitación, no observamos afecciones graves, solo el tiempo transcurrido y la posible utilización histórica de sus materiales para la construcción han deteriorado las estructuras. La cubierta vegetal impide hacer un diagnóstico mas ajustado, pero creemos que es un yacimiento muy interesante.
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO
Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena, en el contexto del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos, comprobado el 20 de septiembre del 2015.
BIBLIOGRAFÍA
http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Azpeta
RECINTO FORTIFICADO DE MURUGAIN, ARZOZ (GUESALAZ)
Murugain en el mapa de relieve, SITNA
COMENTARIO
Castro en altura con mas de dos hectáreas de superficie fortificada, localizado en el cordal de la sierra de Esparaz, con gran dominio visual y conectado con un apreciable número de poblados protohistóricos tanto del valle del Arga como del Río Salado y Ubagua, por su localización geográfica sirve de enlace con poblados de la cuenca de Pamplona como Matxamendi en Ubani y Beraskoain, junto al cauce del Arga, o los de las estribaciones de la sierra de Andia, Gazteluzar, Muru y Errezumendia, San Salvador en Salinas de Oro, San Cristobal en Guirguillano, Alto de Irurre, Murumendi Azpeta e Iruñela, en Yerri, estos como mas cercanos pero muchos otros a mas larga distancia.
Terraplén Suroeste del castro
La amplia superficie fortificada y bien estructurada, invita a pensar en una población de cierta importancia, pero esto puede llevarnos a engaño, si la mayor parte del terreno protegido se empleo como zona económica para usos ganaderos y agrícolas, por otro lado, no hemos encontrado en las cercanías, ningún manantial capaz de abastecer las necesidades de una mediana población, somos mas partidarios de interpretarlo como un pequeño núcleo de población con gran espacio económico de diferentes grados de protección y abastecido de agua con un aljibe.
Derrumbe de muralla
Ficha técnica
LOCALIZACIÓN
Términos municipales de Guesalaz y Guirguillano
Coordenadas UTM, 30-N, ETRS-89,
Coordenadas UTM. ED-50,
TOPONIMIA
Murugain
CONTEXTO PAISAJISTICO
Cerro en el cordal de la sierra de Esparaz que separa las cuencas del Río Salado y Arga. Coincide la muga de Guesalaz y Guirguillano, su ladera Sur y Este se encuentra profusamente poblada por coníferas de repoblación sobre bancales, las Norte, Oeste así como la superficie entera de la fortificación conforman un entorno de monte bajo o matorral, donde no se puede circular con facilidad para poder prospectar. La fauna habitual es el jabalí, corzo, zorro, tejón, Gato montes, marta, fuina, jineta, perdiz, azor, milano, ratonero común, águila calzada, águila perdicera, cernícalo, cuervo, corneja, chova, pito real , pito picapinos y una larga lista de aves menores.
HISTORIOGRAFÍA
Inédito
DESCRIPCIÓN
Se trata de un amplio recinto fortificado con doble línea de defensa adaptada al terreno, se estructura a base de terraplenes abarcando todo el perímetro. Entre el primer y segundo recinto, mantenía otra defensa intermedia y además le dotaron de otra defensa adelantada exterior. Estos terraplenes, estaban formados por paredes de piedra en seco, algunas de las cuales se han derrumbado, quedando a la vista estas estructuras, con evidencias de torrefacción. El acceso sería desde el Sur con extenso recorrido perimetral en el sentido del reloj con la entrada por el Este, este recorrido se realizaría por un foso hoy labrado, colmatado e irreconocible.
Evidencias de incendio en la muralla.
TIPOLOGÍA
Núcleo de población
Superficie fortificada: 23.546 m2
Perímetro fortificado: 585 m
Eje máximo: 170 m
Eje mínimo: 97 m
Cronología: Hierro
Emplazamiento: Loma
USO DEL SUELO
Polígono Guesalaz: 6, Parcelas rústicas 469 (sub-parcela D), 588 (sub-parcelas A,B), 589 (sub-parcelas A,B), 590, 591, 592, 593
Polígono Guirguillano: 1; Parcela rústica: 4 (sub-parcela D)
Grupo: Coníferas; Cobertura principal: Pino carrasco (Pinus helepensis); Recinto 26324
Grupo: Herbáceos de secano; Cobertura principal: Cultivos herbáceos; Recinto 27127.
Grupo: Coníferas; Cobertura principal: Pino laricio (Pinus nigra); Recinto 27011
INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN
Castro de buena extensión, con planta poligonal, recinto auxiliar de varios niveles orientado al sol, con gran dominio visual, abarca un territorio que se extiende a los valles de Guesalaz, Guirguillano, Yerri y Valdizarbe y en contacto visual con varios castros de esta comarca, no es descartable que el momento inicial de su poblamiento este en la Edad del Bronce. Localizado por barrido topográfico y teledetección, conserva el tantas veces repetido topónimo Murugain, en Navarra, mas que indicio, evidencia de poblado protohistórico. En la primera visita al recinto, hemos visto restos de una estructura con paredes y grandes losas de piedra como cubierta, hoy desplazadas y medio hundidas.
MATERIALES
Recogidos pocos fragmentos de vasijas manufacturadas cocidas en horno reductor.
CONSERVACIÓN
Teniendo en cuenta el uso agrícola al que se le ha sometido consideramos que tendrá daños aunque no sean graves por la escasa profundidad de los arados antiguos, los terraplenes se encuentran bien definidos pero los fosos se ven colmatados.
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO
Prospección de Miguel Echegarai, Iñaki Ertze, Patxi Sarobe, comprobado por Juan Mari Martínez Txoperena, el 17 de marzo del 2012
BIBLIOGRAFÍA
http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page_ref_id=1736&bl=n&saved_msg=y
RECINTO DE PEÑA MONTE DE LOS FRAILES, FACERÍA 22, DEIERRI-YERRI
Interpretación del recinto fortificado
COMENTARIO
Poco podemos decir de esta localización, sino es, que utiliza un espolón rocoso como emplazamiento de fortuna, con la probable función de vigilancia y control del paso hacia la sierra de Urbasa, se aprecia claramente la búsqueda de seguridad, a cuesta de la comodidad, no reunía un mínimo de condiciones de habitabilidad y solo lo vemos como una instalación castrense, tipo destacamento, donde se acercarían por un corto periodo con ese menester desde el castro de Azpeta situado a 500 m en linea recta.
Carst natural con posible función de Campo Frisio.
Ficha técnica
LOCALIZACIÓN
Facería 22, Abarzuza-Ibiriku
Coordenadas ETRS-89,
TOPONIMIA
Peña del Monte de los Frailes
CONTEXTO PAISAJISTICO
Afloramiento calizo amesetado, prácticamente sin cobertura de tierra vegetal y ocupado con pequeñas manchas de carrascas, donde es difícil la propia circulación por la característica cárstica del suelo. En la parte baja del cortado rocoso, se aprecia la construcción de pequeños refugios para animales, con paredes de piedra en seco.
HISTORIOGRAFÍA
Inédito
DESCRIPCIÓN
Pequeño recinto fortificado en la proa de una aguda terraza colgada. La solución que proporcionaron fue la construcción de 20 m de muralla de piedra en seco, con la cual aislaban una superficie de suelo muy irregular. Esta no permitía mas de 3 o 4 viviendas que estarían adosadas a la muralla, por tanto mas que un verdadero castro se trataría de un pequeño refugio o lugar de control y vigilancia en relación directa con el Castro de Azpeta cercano por el Este y la misión de controlar la ruta que asciende hacia Urbasa junto al río Irantzu, donde posteriormente se construyó el Monasterio de Irantzu.
Derrumbe de muralla
TIPOLOGÍA
Pequeño lugar de habitación
Superficie fortificada: 345 m2
Perímetro fortificado: 90 m
Eje máximo: 35 m
Eje mínimo: 15 m
Cronología: Hierro
Emplazamiento: Cresta
USO DEL SUELO
Polígono: 1; parcela rústica: 2 (sub-parcela K)
Grupo: Frondosas; cobertura principal: Carrascas (Quercus rotundifolia); Recinto 25005
INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN
Se trata de una manifestación difícil de interpretar pero de indudable carácter protohistórico, de planta triangular, aprovecha un escarpe cortado natural en dos de sus caras y en la tercera se levanta una muralla de 20 m de largo con la que cierran la fortificación, esta parece que se reforzó con un pequeño foso y la utilización del afloramiento cárstico como un verdadero “campo de piedras hincadas”, dadas sus características no necesitaban ningún otro tipo de actuación.
El acceso, lo hacían a través de un portillo natural al este del escarpe, por una rampa escalonada que accedía al pie de la muralla
MATERIALES
No disponemos de ningún material.
CONSERVACIÓN
Parece intacto, si exceptuamos el derrumbe de la muralla que es la única evidencia de actuación antrópica y único atributo que observamos.
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO
Prospección de Juan Mari Martínez Txoperena en el contexto de la población protohistórica a la llegada de los romanos, el 6 de enero del 2017
BIBLIOGRAFÍA
http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Pena+Monte+Los+Frailes
BIBLIOGRAFÍA
ARMENDARIZ MARTIJA J., 2008, De Aldeas a ciudades, el poblamiento durante el primer milenio a. C. en Navarra. Tesis Doctoral, Trabajos de Arqueología de Navarra, Monografías Arqueológicas, 2.
MALUQUER DE MOTES, J., GRACIA, F., MUNILLA, G., 1990, Cortes de Navarra, Campañas 1986-1988, Trabajos de Arqueología de Navarra, 9, Pamplona.
TARACENA, B., GIL FARRES, O., 1951, 1952, 1953, Memoria de excavaciones, Cortes de Navarra, Revista príncipe de Viana, Pamplona.